En el libro se aborda el concepto de extractivismo como un proyecto biopolítico que altera todas las dimensiones de la vida, creando conflictos que evidencian las disputas sobre estos cambios. Los impactos afectan más aún a las mujeres y se acumulan sobre otras discriminaciones históricas. También se analiza el rol de los conflictos en esta biopolítica: ¿Cuáles son los impactos de los conflictos en las sociedades locales?, ¿cómo surge una salida?, ¿logran las personas y territorios afectados volver a vivir tranquilos?, ¿estos conflictos pueden abrir caminos hacia alternativas al extractivismo?

Se analizan estas y otras preguntas en diálogo con las y los actores de cuatro procesos de resistencia y defensa de derechos: Espinar, Las Bambas, Tía María y el “Baguazo”. En los cuatro casos se encuentran presiones enormes sobre la vida de quienes resisten o critican la expansión extractiva, amenazados por procesos judiciales, precariedad económica, estigmatización, lesiones y muerte. Sin embargo, mujeres, campesinos, activistas y dirigentes proponen caminos alternativos que, poco a poco, afirman la defensa de otros modos de vida que subvierten esta biopolítica extractivista.

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