La extensión del Reinfo no es la solución para formalizar a la pequeña minería
El Registro Integral de Formalización Minera- Reinfo no debería extenderse pues no resolverá realmente el proceso de formalización de la pequeña minería y la minería artesanal. Esta fue la conclusión principal de los panelistas del programa “La hora verde” realizado el jueves 28 de noviembre.
Julia Cuadros, economista e investigadora de CooperAcción, comentó que se debe ser cuidadoso en la clasificación y distinción entre la minería artesanal, informal e ilegal.
“Una primera distinción es el régimen al que pertenecen formales o informales, si es que son pequeños productores mineros o mineros artesanales, y si el régimen está determinado por la Ley general de minería o por el tamaño de la concesión minera, pero también por el tamaño de la producción minera. La ley dice quiénes son pequeños productores mineros o son productores mineros artesanales. Esa es una primera clasificación que no hay que confundirla con su estatus legal,” recordó Cuadros.
Asimismo, Julia Cuadros comentó que “Los informales son aquellos que están en proceso de formalización como el Reinfo, para poder cumplir con una serie de requisitos que si los cumplen, pasan a la formalidad. El que haya funcionado o no ese Reinfo es el debate, porque no ha funcionado.”
Finalmente, Cuadros señaló que en el Perú no hay una ley de ordenamiento territorial, por lo que se debe reforzar el marco legal y la institucionalidad. Se debe identificar la cadena de suministro de materiales como los explosivos, de la maquinaria pesada o del mercurio, así como la trazabilidad del blanqueamiento del oro a la hora de su exportación.
Por su parte, Pedro Yaranga, analista de conflictos sociales, comentó que no se puede entender toda esta problemática desde Lima.
“Los ilegales operan en zonas prohibidas, los ilegales son migrantes en más del 90 %, y usan a diestra y siniestra insumos químicos prohibidos. En cambio, el minero ancestral o artesanal es el que trabaja en zonas autorizadas para la explotación minera desde tiempos ancestrales. Siempre han vivido de la minería artesanal. Un buen ejemplo se da en Pataz, donde se hace minería desde antes de los incas. El informal es por se descuidó y no tiene autorización expresa para explotar o vender,” señaló Yaranga.
En esa línea, acotó que si se extendiera el Reinfo por 50 años no serviría, porque para formalizarse los artesanales requieren el permiso de los concesionarios. Recordó que el año pasado, los mineros artesanales de la Libertad aportaron al fisco más de 2 mil millones de soles, por lo que no sería cierto que todos los artesanales son ilegales y no aportan nada.
Asimismo, Raúl Molina, exviceministro de gobernanza territorial, comentó que gran parte del problema es que el Estado peruano no tiene una diferenciación clara entre lo que es ilegal e informal.
“Hoy es muy difícil saber esa diferencia, por el enorme desconocimiento del sinnúmero de situaciones reales que hay en los territorios del Perú. En el Reinfo hay cerca de 90 mil inscritos, pero realmente confirmados cerca de 30 mil. Pero se habla de que 300 mil pequeños mineros y mineros artesanales. Esos más de 200 mil, ¿son informales o ilegales? Con una mirada legalista diríamos que son ilegales, pero en realidad son pobres rurales que han encontrado en esto una forma de conseguir ingresos familiares frente a precios de minerales como el oro y el cobre que permite tener ingresos mejores que la agricultura y ganadería. No podemos igualar a los delincuentes que se han sumado a la minería en Pataz con los mineros,” comentó Molina.
Finalmente comentó que el Congreso va a aprobar la extensión del Reinfo, pero que la clave del asunto es qué vamos a hacer durante la nueva extensión del Reinfo, porque se creó como un instrumento temporal para que sea como un salvoconducto.
“La primera cosa que debería hacerse es recoger información de campo para diferenciar las situaciones. Hay que pensar en algo de mediano plazo que les ponga requisitos crecientes de legalización, que les permita poco a poco ir cumpliendo con normas laborales y ambientales para que en algún momento puedan ser sujetos económicos formales. Aquí se juega la posibilidad del Perú de construir una economía inclusiva que vaya incorporando a esos 4 de cada 5 peruanos que se mueven en diversas actividades económicas de la economía informal, entre ellos la minería”, acotó Molina.
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