OBISPOS LATINOAMERICANOS DENUNCIAN LA AFECTACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS POR LAS ACTIVIDADES EXTRACTIVAS

Por primera vez en la historia de la Iglesia Católica, cuatro obispos del  Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM),  Monseñor Pedro Barreto Jimeno; Monseñor Alvaro Ramazzini; Monseñor Don Aloíso Roque Opperman y Monseñor Donald  Bolen se hicieron presente ante la Comisión Interamericana de derechos Humanos para denunciar la afectación de derechos humanos por empresas extractivas en América Latina y el Caribe.

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Al respecto, Monseñor Barreto señaló que en países como Brasil, Ecuador, Honduras, México y el Perú  es común la persistente irresponsabilidad de las empresas y el silencio cómplices de los gobiernos  sobre violaciones a los derechos humanos y que en el fondo, el problema reside en  “un sistema económico que pone el lucro por encima de la persona humana,  un extractivismo sin rostro humano y sin ética”. Asimismo resaltó que  el  80% de la explotación minera de América Latina  y el Caribe pertenece a empresas canadienses

Enfatizó en que los obispos del CELAM llevaron sus propuestas a la CIDH donde la Iglesia Católica plantea la necesidad de una responsabilidad compartida entre las empresas y los Estados mediante un diálogo sincero, ya que si bien no se puede decir no al extractivismo, hay que tener visión transgeneracional;  es decir, pensar en las generaciones futuras, plantearse cuáles son los estragos que dejará  la explotación minera y quién los va a asumir.

Monseñor Barreto señaló que, si  bien la responsabilidad directa de la política le corresponde al Estado, la Iglesia no deja de intervenir levantando propuestas desde su misión evangélica, haciendo política en busca del bien común.

En ese sentido, los obispos del CELAM plantearon en la audiencia  de la CIDH, las siguientes propuestas:

  • Abrir un canal permanente de cooperación
  • Formación sobre parámetros  internacionales en materia de derechos humanos y pueblos indígenas y no indígenas para agentes pastorales, líderes sociales y pueblos vulnerables.
  • Relatoría anual sobre amenazas y agresiones sufridas por agentes pastorales de la Iglesia Católica y líderes sociales para velar por el compromiso de los estados en materia de DDHH y pueblos indígenas.
  • Asumir corresponsabilidad internacional sobre la naturaleza y respeto de derechos humanos, de pueblos indígenas y no indígenas, reparación a víctimas y ambientales por las consecuencias de las industrias extractivas.
  • No criminalizar las manifestaciones sociales en contexto de conflictos socio ambientales.
  • Buscar salidas pacíficas y justas en respecto a la cultura y naturaleza.

Cabe indicar que Monseñor Barreto destacó  la creación de la Red Eclesial Panamazónica donde el Cardenal Claudio Hube, junto Departamento de Justicia  y Solidaridad del CELAM, lideran este proceso que abarca toda la Amazonía, en un territorio de 6 millones de kilómetros cuadrados que comparten nueve países.

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