Santa Rosa: la disputa fronteriza que expone el abandono en la triple frontera amazónica

La reciente tensión entre Perú y Colombia por la isla Santa Rosa, en la triple frontera amazónica, ha puesto en el centro del debate no solo las reclamaciones de soberanía, sino también el abandono histórico y la vulnerabilidad en la que viven las comunidades que habitan esa región. Mientras los gobiernos intercambian declaraciones y señalamientos, en el territorio persisten la pobreza, la ausencia estatal y la expansión de las economías ilegales.

En la más reciente edición de La Hora Verde, el programa de CooperAcción analizó este conflicto desde una mirada social, ambiental y de derechos humanos. Participaron Iván Brehaut, periodista especializado en pueblos indígenas; y Francisco Hernández, presidente de la Federación de Comunidades Ticuna y Aguas del Bajo Amazonas (FECOTYBA).

Desde su experiencia de trabajo en Loreto, Brehaut explicó que la zona de Santa Rosa está profundamente interconectada con Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil) a través de lazos familiares, culturales y económicos. Sin embargo, subrayó que en el lado peruano hay un marcado rezago en infraestructura y servicios básicos. “Las postas de salud carecen de medicinas, las escuelas están deterioradas y hay pocos policías sin recursos para hacer frente a delitos complejos. En ese vacío crecen el narcotráfico, la pesca ilegal, la minería ilegal y la trata de personas”, advirtió.

Francisco Hernández señaló que para los pueblos indígenas amazónicos la frontera es más una imposición política que una división real. “Compartimos familias, lenguas y costumbres con Colombia y Brasil. Pero, en términos de atención del Estado, estamos olvidados. Queremos que se prioricen proyectos que fortalezcan nuestra presencia y reivindiquen el territorio”, expresó. El dirigente criticó que las autoridades solo aparezcan en momentos de crisis diplomática, sin atender las demandas históricas de las comunidades, como el acceso a agua potable, energía eléctrica y transporte fluvial seguro.

Los panelistas coincidieron en que este tipo de disputas nacionales debe resolverse por la vía diplomática y con respeto a los tratados internacionales vigentes, pero subrayaron que cualquier solución debe incluir un plan integral para la triple frontera. Este plan —propuesto desde las comunidades— debería abordar la seguridad, el desarrollo económico sostenible y la protección ambiental, garantizando la participación directa de los pueblos indígenas en su diseño y ejecución.

Asimismo, alertaron que el control de las economías ilegales en la zona no puede lograrse únicamente con presencia policial o militar. Se requiere, insistieron, una estrategia que combine vigilancia, inversión en servicios básicos y alternativas productivas para la población local. “Si no hay oportunidades lícitas, las actividades ilícitas seguirán siendo la única opción para muchos jóvenes”, señaló Brehaut.

La Hora Verde dejó en claro que, más allá de las tensiones diplomáticas, lo que está en juego en Santa Rosa es la vida cotidiana y el futuro de miles de personas que habitan una de las zonas más estratégicas y olvidadas del país. Abordar el conflicto sin atender sus causas estructurales solo perpetuará el ciclo de abandono y vulnerabilidad en la frontera amazónica.

📺 Puedes ver el programa completo de La Hora Verde, del jueves 14 de agosto aquí:

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