Una nueva jefatura para la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad

(Foto: Presidencia del Consejo de Ministros)

Luego de dos meses, el gobierno oficializó el nombramiento de Rolando Luque como nuevo jefe de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS) de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Luque es un destacado profesional que durante varios años se ha desempeñado como Adjunto para la Prevención de Conflictos Sociales y la Gobernabilidad de la Defensoría del Pueblo.

En su primera aparición pública, el flamante jefe de la ONDS ha anunciado un conjunto líneas de acción que buscan construir una nueva visión en el manejo de conflictos sociales. También ha propuesta implementar las siguientes cinco medidas inmediatas: la atención de los conflictos más urgentes; la aprobación de un protocolo de coordinación multisectorial; un convenio de colaboración mutua entre la PCM y la Defensoría del Pueblo; la creación de una Unidad de Gestión de Cumplimientos de Acuerdos; el diseño de un mecanismo de coordinación con la Policía Nacional para el tema del restablecimiento del orden público y uso de la fuerza; el acompañamiento de situaciones sensibles para garantizar un relacionamiento adecuado y un análisis adecuado del contexto económico, social, cultural y ambiental; finalmente, la implementación de la propuesta del adelanto social.

Consideramos positivas todas las medidas anunciadas. Sin embargo, cabe preguntarse sobre cuál será el verdadero margen de juego que tendrá la nueva gestión de la ONDS, sobre todo tomando en cuenta que ni en la campaña ni en los primeros meses, el gobierno ha mostrado mayor interés en comprender la real dimensión de la conflictividad social que se produce en el país.

Por ejemplo, en el plan de gobierno presentado por Peruanos Por el Kambio se apostaba principalmente por la “implementación anticipada de la inversión social y en infraestructura por parte del Estado, es decir el adelanto social”, para abordar los conflictos.

Todo indica que se necesita una mirada mucho más amplia. El primer paso para salir de enfoques conservadores es reconocer que los conflictos son multidimensionales y que no todo se explica por factores económicos. Identificar las particularidades de cada conflicto permitirá reconocer causas, demandas legítimas, comportamientos, etc., para definir estrategias y abordajes que deberían priorizar el carácter preventivo.

Por lo tanto, los esfuerzos deberán apuntar a diseñar un sistema que priorice una acción preventiva y una actuación multisectorial, acercando el Estado a los territorios y sobre todo incorporando un claro enfoque de derechos, que reconozca por sobre todas las cosas que los territorios en conflicto -donde muchas veces se desarrollan mega inversiones-, no son espacios vacíos; por el contrario hay poblaciones que tienen derechos que deben ser reconocidos y respetados plenamente.

Desde CooperAccion, le deseamos a Rolando Luque el mayor de los éxitos en esta nueva etapa de la ONDS.

04 de setiembre de 2016

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