La India queda tan lejos…

Paul E. Maquet
Fuente: RPP

51 grados centígrados. Es el récord de temperatura alcanzado en la ciudad de Nueva Delhi, la capital de la India, durante la ola de calor que dejó al menos 100 personas muertas en junio.

Pero a nosotros, ¿qué nos importa? Felizmente la India queda muy lejos y esos problemas, por terribles que sean, no nos van a afectar. ¿O sí? En un mundo mucho más interconectado que nunca, lo cierto es que muchas de las cosas que consumimos día a día vienen de países muy, muy lejanos.

Según el Banco Mundial, la India representa un 7.5% de la producción agrícola global y es «una de las fuerzas motrices de la agricultura mundial». Es el mayor productor de leche, legumbres y especias del mundo y el segundo mayor productor de arroz, trigo, algodón, azúcar de caña, frutas y otros alimentos.

La ola de calor, obviamente, ha afectado la agricultura. En el caso del trigo, se calcula que la producción de este año podría caer hasta en 25%, con lo que los precios internacionales podrían subir aún más. Pan y fideos más caros, cortesía del cambio climático.

Si bien el Perú no importa muchos productos agrícolas desde la India, lo que pase en ese país sin duda afecta el precio internacional. Sin embargo, algo que sí nos vende la India es textiles: hilados sencillos y fibra de algodón. Según los datos de Sunat, para 2022 nuestro país compró productos de algodón por 131.32 millones de dólares. Este es otro producto afectado por los cambios en el clima, y estimaciones realizadas antes de la ola de calor de este mes ya calculaban que la producción de algodón en la India podría caer hasta en 20%.

El punto está claro: la crisis climática acelerada ya está golpeando fuertemente la seguridad alimentaria y las cadenas de suministros de la economía global. Una reciente investigación publicada en la revista de ciencias Nature estima que la producción mundial de alimentos podría caer entre 6% y 14% para el 2050 debido a los impactos de las olas de calor y el estrés hídrico. Una estimación que suena demasiado optimista si consideramos que el año pasado la producción agrícola del Perú ya cayó en 14% a causa de fenómenos climáticos. Al 2050 la situación se ve mucho, mucho más alarmante.

Es tiempo de entender que detener las peores consecuencias de este cambio climático causado por la contaminación de las actividades humanas es una prioridad. Mañana será muy tarde para lamentarse.

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