En Arequipa, otra vez con Tía María

Luis Gárate

En medio de la pandemia del COVID-19 que ha llevado a que el gobierno peruano decrete un estado de emergencia nacional desde la quincena de marzo, algunas empresas como Southern Copper han insistido con presionar para que proyectos mineros socialmente inviables puedan iniciarse.

La empresa ha insistido recientemente en que mantiene vigente su objetivo de sacar adelante el proyecto minero Tía María, pues recibió los resultados de una revisión del entorno social del proyecto minero la cual mostraría mejoras en las relaciones con las comunidades.

Southern Copper presentó el martes 27 de octubre los resultados financieros del tercer trimestre del año y nueve meses del 2020. El informe señala que la empresa recibió los resultados de una revisión del entorno social del proyecto Tía María, que fue realizado por una empresa líder mundial en evaluaciones de medio ambiente, sociales y de gobernanza.

Imagen: HBA Noticias

Dicha evaluación concluyó que la compañía habría mejorado las relaciones con las comunidades y el plan para el sistema de gestión del agua en el lugar, para el proyecto Tía María, estaría alineado con los estándares internacionales. Además, concluye que la compañía habría alineado sus prácticas corporativas con los Principios Voluntarios en Seguridad y Derechos Humanos, una iniciativa de múltiples partes interesadas que promueve principios para guiar a empresas extractivas en el proceso de proveer seguridad para sus operaciones, en una manera en la que respeten los derechos humanos.

“Estamos complacidos y animados con estos resultados, que reflejan el impacto positivo de nuestra Compañía en programas sociales para Tía María y la región de Arequipa. Reiteramos nuestra visión que el inicio de las actividades de construcción de Tía María generará oportunidades económicas significativas para la provincia de Islay y la Región de Arequipa”, señala el informe según un diario nacional.[1]

El documento también dice que dada la actual situación económica peruana, la empresa minera considera que es crucial seguir adelante con proyectos que estimularán un ciclo de crecimiento sostenible. Así, precisa que durante la fase de construcción y operación, la prioridad será contratar mano de obra local para cubrir los 9,000 puestos de trabajo (3,600 directos y 5,400 indirectos) que esperan se puedan generar durante la fase de construcción de Tía María. En la fase de operación, se espera que se emplee directamente a 600 trabajos e indirectamente provea trabajo para otros 4,200.

Southern señaló que “ha venido trabajando consistentemente para promover el bienestar de la población de la provincia de Islay y como parte de estos esfuerzos, se han implementado exitosos programas sociales en educación, cuidado de la salud y desarrollo productivo para mejorar la calidad de vida de la región. También se ha promovido actividades agrícolas y ganaderas en el Valle de Tambo y se ha apoyado el crecimiento en manufactura, pesca y turismo en Islay.”

Recordemos que hace unos meses y en pleno estado de emergencia, la empresa ya había expresado que el proyecto Tía María debía iniciarse, pues sería una forma de aplacar la crisis económica y social provocada por la pandemia. Esto generó el rechazo de las autoridades locales y de diversos sectores de la población, que organizaron hasta 2 cacerolazos nocturnos para expresar su oposición a estos anuncios.

Resulta llamativo que Southern vuelva a las andadas señalando que, según sus nuevos estudios, ya habría ganado legitimidad y aceptación entre la población de Islay y el Valle de Tambo. Como sabemos, este proyecto, cuyo primer EIA fue presentado el 2009, generó una serie de cuestionamientos mayoritarios de la población del valle que se dedica a la actividad agrícola. Asimismo se dieron varios momentos de conflicto, que produjeron desde entonces 7 fallecidos y varios heridos, así como una consulta ciudadana en Islay donde el 95% de la población expresó su oposición al proyecto.

La población encargó estudios técnicos independientes que mostraron que el EIA y los estudios de la empresa no desmintieron el posible impacto a la sostenibilidad de las actividades agrícolas de la zona. Es por eso que se mantiene un rechazo generalizado al proyecto hasta el momento. Seguramente las organizaciones sociales anunciarán medidas de protesta en los próximos días, de persistir la empresa en estos anuncios unilaterales. Esperemos que el ministro de energía y minas Luis Miguel Inchaústegui, intervenga pronto en este asunto con el espíritu de diálogo y concertación que ha expresado es la marca de su gestión, escuchando a todas las partes, lo que por supuesto incluye a las autoridades regionales, locales y a las organizaciones sociales.

[1]https://gestion.pe/economia/tia-maria-southern-copper-mantiene-objetivo-de-sacar-adelante-tia-maria-noticia/?ref=gesr

28 de octubre de 2020

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