Gobierno retrocede, por el momento en recorte de las líneas de Nazca

El Ministerio de Cultura (Mincul) dejó sin efecto la reducción del área de la reserva arqueológica de las Líneas y Geoglifos de Nasca. Como se recuerda, a través de la Resolución Viceministerial 128-2025/VMPCIC/MC, publicado el pasado 28 de mayo, se reducía este polígono de 5600 km² a 3200 km².

La derogación de esta medida restituye la vigencia del plano perimétrico aprobado en 2004.

Sin embargo, el Mincul informó que en un plazo no mayor de diez días se iniciará el proceso de actualización del plan de gestión denominado “Sistema de gestión para el patrimonio cultural del territorio de Nasca y Palpa”. Para ello, se conformará una mesa técnica multisectorial que permita una discusión abierta, científica y plural sobre los criterios que deben regir la futura delimitación y usos del territorio. Con ello, queda abierta una ventana que podría permitir nuevamente modificar el área protegida.

Uno de los factores que podría estar detrás de estas intenciones es la minería, que es una actividad que se está intensificando en Nasca. La información del catastro minero del INGEMMET lo confirma: desde la promulgación de la resolución del Mincul el 28 de mayo, se recibieron más de 230 nuevos petitorios mineros ubicados dentro de la reserva. Esta “ventana” creada por el Mincul permitió ingresar muchos nuevos petitorios mineros en un territorio protegido. La pregunta que brota naturalmente es, entonces, cuál será su suerte: ¿serán aceptados o rechazados por INGEMMET, el ente competente?

El sur de Ica y el norte de Arequipa, así como parte de las estribaciones andinas de Ayacucho, conforman un territorio donde la actividad minera tiene presencia hace varias décadas, particularmente en las provincias de Nasca y Caravelí, sobre todo en minas informales e ilegales de socavón o de pequeña escala. Pero también con grandes minas como Justa (Marcobre) y Marcona (Shougang Hierro Perú S.A.A.), operaciones que están ubicadas al extremo sur de la provincia (pueden apreciarse en el mapa como las concesiones de mayor tamaño, con grandes plantas de procesamiento de minerales ubicadas a su interior, en color turquesa).

Es durante los últimos años que Nasca ha pasado a convertirse en un importante epicentro de la actividad minera, especialmente de la actividad minera informal e ilegal, hecho que se hace palpable por la cantidad de concesiones mineras observadas, la cantidad de mineros inscritos en el REINFO presentes en este territorio, pero también por la proliferación de plantas informales de procesamiento de mineral (ver imagen y mapa). Estas instalaciones, altamente contaminantes, acopian y procesan tanto el mineral producido en la zona como el que se extrae en otras partes de la costa, y de las minas pequeñas, informales e ilegales del sur andino. Es decir que hoy Nasca no es solo un espacio de expansión de la actividad minera informal e ilegal, sino también un núcleo de acopio y procesamiento del mineral obtenido bajo estas modalidades.

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