Glencore tóxico: en diversas ciudades del mundo se realizan protestas ante asamblea de accionistas de la empresa minera
Este miércoles 29 de mayo tuvo lugar en Zug (Suiza) la Asamblea Anual de Accionistas de la empresa minera Glencore, uno de los mayores productores mundiales de cobre, zinc, cobalto, entre otros minerales. En ese marco, ciudadanos de distintos países se han unido para denunciar el legado tóxico de esta empresa mediante acciones de protesta que se desarrollaron en Lima, Cerro de Pasco, Bogotá, Londres, Frankfurt, Berlín, Munich, Washington DC, así como en la propia ciudad de Zug, sede de la empresa.
Esta polémica empresa tiene acusaciones de malas prácticas, corrupción, contaminación y otras vulneraciones a los derechos de las comunidades en sus diversas operaciones en el mundo, en países como Sudáfrica, la República Democrática del Congo, Colombia, Argentina, Canadá y Australia, entre otros.
En el Perú, la empresa es titular de la unidad minera Antapaccay, ubicada en Espinar (Cusco), con múltiples cuestionamientos por la contaminación con metales tóxicos que viene afectando a la población, lo que ha sido demostrado por recientes informes de la autoridad ambiental que concluyen que dicha contaminación se origina en las operaciones de la unidad minera. Así mismo, entre 2017 y 2024 Glencore ha sido accionista mayoritaria de Volcan, una empresa cuestionada por sus impactos ambientales en la región de Pasco. También es accionista de Antamina, proyecto ubicado en Áncash, y que viene afectando gravemente al medio ambiente y la salud de la población.
Es así que en nuestro país organizaciones también se sumaron a esta jornada internacional, con un plantón llevado a cabo frente a las oficinas de la empresa Glencore Antapaccay ubicadas en el distrito de Surco, y con un plantón desarrollado en la ciudad de Cerro de Pasco, así como con un tuitazo. Así mismo, la Plataforma de Afectados por Metales Tóxicos de Espinar Cusco (PAMETEC) y ciudadanos afectados de Pasco emitieron un pronunciamiento en el que demandan acciones concretas de manera urgente para solucionar el grave daño ambiental generado por la empresa en sus localidades, así como reparaciones para las personas afectadas.
Cabe indicar que, en el marco de las estrategias de presión internacional sobre la empresa, organizaciones de solidaridad con los afectados lograron tomar la palabra durante la Asamblea de Accionistas y hacer preguntas. Sobre el caso peruano, el Perú Support Group, grupo de solidaridad basado en Reino Unido, pudo hacer preguntas específicas sobre las evidencias de impactos ambientales y contaminación con metales tóxicos en sus operaciones en Perú y sobre el cumplimiento de estándares internacionales en materia de derechos humanos.
Sobre estos puntos, los CEO de la empresa respondieron con su discurso conocido: que el agua que la empresa utiliza y las comunidades consumen es diferente y que para ellos es muy importante asegurar la calidad del agua y el aire y hacen todo lo posible en monitorear que así sea. En su respuesta, no hicieron alusión a los informes oficiales de la autoridad ambiental peruana (OEFA) que demuestran la causalidad de la contaminación en Espinar en las operaciones de la empresa minera Antapaccay. Sobre el proyecto “expansión Coroccohuayco”, dijeron que el proyecto solo estaba en proceso de prefactibilidad y que harían las consultas necesarias solo si habían resuelto que era un proyecto viable económicamente. Desafortunadamente, no hubo el espacio para hacer preguntas sobre Cerro de Pasco debido al tiempo que fue asignado.
Cabe añadir que las acciones de protesta a nivel internacional han sido convocadas por numerosas organizaciones, entre ellas la red internacional Sunrise Project; la London Mining Network, el Perú Support Group y la campaña Resist Glencore de Reino Unido; la iniciativa Free Bruno de Alemania; la Asamblea El Algarrobo de Argentina; la Plataforma La Guajira le habla al país, de Colombia; a las que se han sumado desde el Perú la Plataforma Nacional de Afectados por Metales Tóxicos, CooperAcción, Red Muqui y Derechos Humanos Sin Fronteras.
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