El colapso ya empezó: voces amazónicas y expertos alertan sobre el futuro de la Amazonía en la presentación del libro de Eduardo Gudynas

La presentación del libro Amazonía, transiciones y alternativas antes del colapso, del ecólogo y ensayista uruguayo Eduardo Gudynas, fue motivo de un potente diálogo sobre el presente crítico y los futuros posibles de la Amazonía. El evento, realizado en la librería El Virrey el pasado jueves 24 de abril y organizado por CooperAcción, reunió a especialistas, liderazgos indígenas y público interesado en un espacio que combinó diagnóstico, denuncia y propuestas urgentes.
Moderado por Ana Leyva, coordinadora del Programa Amazónico de CooperAcción, el panel estuvo conformado por el antropólogo Alberto Chirif, el físico y exministro del Ambiente Ricardo Giesecke, y Matut Impi, waisam (vicepresidenta) del Gobierno Territorial Autónomo Awajún.

Abrió la mesa el antropólogo Alberto Chirif, quien subrayó que la Amazonía está atrapada bajo estilos de desarrollo que no solo fracasan en mejorar la calidad de vida de sus habitantes, sino que están llevando a la región a un colapso ecológico y social. Denunció la expansión sin freno del extractivismo legal e ilegal —agravada por leyes que favorecen la impunidad— y la criminalización de quienes se oponen a esta lógica.
Chirif también abordó críticamente el uso del concepto del “buen vivir”, una filosofía ancestral de los pueblos indígenas que ha sido tergiversada y burocratizada por los Estados. En su análisis, el antropólogo resaltó que no se trata de una alternativa de desarrollo, sino de una forma de vida profundamente distinta, basada en la reciprocidad, la igualdad y el respeto por la naturaleza.
A su turno, Ricardo Giesecke ofreció una explicación detallada del rol vital que cumple la Amazonía en el ciclo del agua, no solo para la selva misma, sino para todo el Perú y gran parte del continente. Explicó cómo la evapotranspiración de los bosques amazónicos alimenta las lluvias que riegan desde los Andes hasta el Cono Sur, sosteniendo glaciares, ríos y agricultura.
Denunció la deforestación galopante —estimada en más de 200 mil hectáreas por año— causada por carreteras, monocultivos, minería aluvial, tala ilegal y expansión petrolera. Giesecke advirtió que estas actividades están destruyendo la “fábrica de nubes” del país y propuso como alternativa una moratoria sobre nuevas actividades extractivas y la expansión de las áreas naturales protegidas, permitiendo la continuidad de las prácticas tradicionales de los pueblos originarios.
Matut Impi, lideresa awajún, ofreció una intervención emotiva y contundente. Afirmó que los pueblos indígenas no han sido considerados en las decisiones sobre el futuro de la Amazonía, pese a que son ellos quienes habitan y cuidan el territorio desde tiempos ancestrales. “Los Estados ven la Amazonía como un esclavo, solo útil para generar economía”, denunció.
Criticó las promesas vacías de desarrollo y la imposición de modelos externos que no reconocen las visiones ni propuestas de los pueblos amazónicos. Rechazó la violencia del extractivismo —legal e ilegal— que genera contaminación, desplazamientos, violaciones a derechos humanos y pérdida de autonomía. “El colapso ya lo estamos viviendo”, advirtió, y llamó a una acción conjunta: “Salvar la Amazonía es también salvar la vida humana. El compromiso debe ser de todos y con todos”.
Cerró la mesa Eduardo Gudynas, autor del libro, quien subrayó que Amazonía, transiciones y alternativas antes del colapso no ofrece recetas cerradas, sino un llamado urgente a abandonar las viejas fórmulas de desarrollo que han fracasado. Señaló que la región vive un proceso de colapso ecológico y social encadenado, agravado por la fragmentación institucional, la mercantilización de la naturaleza y la desconexión entre los centros de poder político y los territorios amazónicos.
Gudynas insistió en que las alternativas deben surgir desde los propios pueblos amazónicos, reconociendo su conocimiento, historia y derecho a la autodeterminación. Alertó también sobre los peligros de importar modelos foráneos que no responden al contexto amazónico, y propuso pensar las transiciones como caminos propios, basados en otras formas de vida y relación con la naturaleza.
La presentación dejó claro que la situación de la Amazonía ya no admite dilaciones. Frente al colapso en curso, el libro de Gudynas se convierte en una herramienta para pensar críticamente y actuar colectivamente. Como coincidieron los panelistas, proteger la Amazonía no es solo responsabilidad de quienes la habitan, sino un deber compartido por todos los países amazónicos y por el planeta. Porque, como dijo Matut Impi, “la Amazonía es de todos”.
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