CooperAción participó de foro “5 hélices para el desarrollo sostenible” organizada por la UNI

El sociólogo Alejandro Chirinos, coordinador del Programa gobernanza marino costera de CooperAcción, participó el día viernes 22 de marzo de la conferencia «5 hélices para el desarrollo sostenible», organizada por la Universidad Nacional de Ingeniería y la Municipalidad distrital de Chancay. El evento, que congregó a más de 500 personas, se realizó en la sede de la Institución Educativa César Vallejo, ubicado en el distrito de Chancay, lugar donde se construye el denominado megapuerto de Chancay.

Imagen: CooperAcción

Chirinos realizó la ponencia: «Retos y desafíos para la sostenibilidad de la conexión con el Atlántico». En su presentación indicó que el interés por conectar el Pacífico con el Atlántico, en una lógica de conexión bioceánica a través de vías terrestres, ha sido una inquietud de los gobiernos sudamericanos que se instaló hace varias décadas que se materializó, en parte, hace casi un cuarto de siglo cuando se conformó la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA). Justamente, las diversas experiencias asociadas a la conexión interoceánica dejaron lecciones que obligan a repensar la “sostenibilidad” de la amazonia en un escenario de permacrisis global.

Uno de los aspectos en los que puso énfasis fue en la vulnerabilidad de la amazonia. Siendo el bosque tropical más grande del mundo, con una superficie de cerca de 850 millones de hectáreas y con el 30% de la biodiversidad del planeta, solo en veinte años, entre el 2001 y 2020, la amazonia perdió más de 54,2 millones de hectáreas y se calcula que en tan solo cinco años, podría tener hasta 23,7 millones de hectáreas deforestadas.

Asimismo, indicó que la vulnerabilidad ecosistémica de la amazonia cobija también una gran vulnerabilidad cultural, ya que alberga una representación importante de pueblos indígenas y originarios. Entre las comunidades indígenas amazónicas tenemos a los Ashaninka, Awajún, Shipibo-Konibo, Shawi, Kukama Kukamiria, Yagua, Matsigenka, Achuar, Wampis, Yanesha, Asheninka, entre otros. Entre los pueblos andinos encontramos a los Uro, Jaqaru, Aimara y Quechuas.

Imagen: CooperAcción

Por otro lado, señaló que existe una fuerte tendencia al incremento de economías ilegales que son controladas por mafias violentas. Asimismo, un fenómeno demográfico que tiene al decrecimiento en ciertas zonas y al incremento en otras. La baja densidad estatal y la precariedad institucional guarda relación directa con la alta proliferación de economías ilegales

Si bien la conexión terrestre bioceánica es una necesidad, esta debe tomar en cuenta la sostenibilidad del bioma y la seguridad de los pueblos indígenas. La experiencia desde la implementación del IRRSA ha demostrado que toda apertura de vías siempre genera impactos severos en el bioma y en el socioecosistema. La conexión propuesta tendrá impactos económicos que con probabilidad se expresarán en la expansión de las actividades ilícitas ya conocidas como la tala ilegal, el narcotráfico, la minería ilegal, la expansión agrícola apabullante de monocultivos, la trata de personas y el tráfico de tierras.

A nivel de los impactos ambientales el escenario muestra una expansión de la deforestación, los incendios forestales, la depredación de ecosistemas, la contaminación, la emisión de CO2, las sequías e inundaciones. Recordemos que las dos primeras son las responsables de la pérdida de nuestras amazonia.

Entre los impactos sociales, cabría mencionar el crecimiento poblacional exacerbado; el aumento de la inseguridad, la migración, la afectación y vulneración de derechos, la inseguridad alimentaria, la conflictividad social, y la superposición de derechos.

En lo cultural, los posibles efectos serían la asimilación cultural, el desplazamiento de pueblos indígenas, la pérdida de los Pueblos Indígenas en situación de Aislamiento y situación de Contacto Inicial (PIACI), la apertura de vías o carreteras ilegales, y la acentuación de los patrones de colonización.

Ante este escenario descrito, el reto mayor es construir gobernanza y transformar la idea de que lo económico está por encima de lo ambiental. Ese esquema solo trae exclusión y afirma las brechas de desigualdad.

Entre los desafíos centrales, destaca el desarrollo de programas de contingencia, el ordenamiento territorial, la realización de consultas previas y públicas genuinas, la concertación permanente, la comunicación estratégica, el desarrollo de planes de adaptación y mitigación, el combatir la corrupción, el horizontalizar el trato con las poblaciones, la transparencia, los Estudios de impacto ambiental (EIA) deben abarcar los impactos indirectos, la generación de alternativas económicas compatibles, y la articulación de políticas hacia la inter/transectorialidad

El riesgo mayor es que ante las dificultades de construir gobernanza debido a la precariedad institucional de nuestro sistema democráctico y debido a los límites de nuestras políticas de Estado de interculturalidad, se produzca un proceso de expulsión multidimensional muy violenta en la zona.

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