Contaminación del río Rímac: organizaciones sociales y expertos alertan sobre la urgencia de proteger el agua

En el marco del Día de la Tierra, diversas organizaciones sociales, voceros de comunidades campesinas y especialistas ambientales participaron en el Foro “Río Rímac en emergencia”, donde se alertó sobre la grave situación de contaminación ambiental en la cuenca alta del río Rímac, principal fuente de agua para Lima y Callao, y sobre los nuevos riesgos asociados con el desarrollo del proyecto minero Ariana, recientemente adquirido por la empresa minera Alpayana.

Este espacio de análisis y propuesta fue organizado por la Red Muqui, Grupo Andes, CooperAcción, MOCICC, Asociación por la Defensa y Desarrollo Sostenible del Medio Ambiente de la Cuenca del Río Rímac, Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), el Departamento de Dignidad Humana de la Diócesis de Chosica y Munay PUCP. Participaron autoridades locales, comuneros y comuneras, estudiantes, activistas y expertos en temas socioambientales que expusieron con claridad los riesgos que enfrenta la cuenca y la necesidad urgente de acción integral.
Estudio confirma contaminación por metales pesados
Durante el foro, el ingeniero Edwin Alejandro, de Red Muqui, presentó los resultados del estudio “Análisis de riesgo e impactos ambientales de la actividad minera en la cuenca alta del río Rímac (2023-2024)”. La investigación se basó en muestras de agua, sedimentos y relaves mineros en zonas críticas como Tamboraque, Chinchan y Millotingo.
Los hallazgos son alarmantes: se detectaron niveles de plomo, cadmio, arsénico y manganeso que superan ampliamente los Estándares de Calidad Ambiental (ECA – Agua). Por ejemplo, en sedimentos se encontraron niveles de plomo que superan en 88 veces lo permitido por el ECA, niveles de arsénico que superan 203 veces el estándar y niveles de mercurio 41 veces por encima del límite de la norma canadiense. Estos metales son altamente tóxicos, cancerígenos y causan daños irreversibles en el organismo humano, afectando órganos vitales, el sistema nervioso y comprometiendo especialmente la salud de niños, niñas y mujeres gestantes.
Asimismo, se evidenció la presencia de coliformes fecales termotolerantes y fuertes niveles de acidez en las aguas, lo que pone en riesgo no solo la salud de las poblaciones locales, sino también el abastecimiento de agua para Lima.

A esto se suma la existencia de 386 pasivos ambientales mineros en la cuenca, de los cuales 18 son relaves cercanos a fuentes hídricas. La falta de remediación y su ubicación en zonas de alta sismicidad incrementan el riesgo de deslizamientos o colapsos.
Proyecto Ariana: nuevos riesgos para el agua de Lima y Callao
Uno de los temas más preocupantes expuestos en el foro fue el avance del proyecto minero Ariana, ubicado en un ecosistema de bofedales clave para la recarga hídrica de la cuenca. Este proyecto, ahora en manos de la empresa minera Alpayana (vinculada a Casapalca), se superpone con la infraestructura del túnel trasandino que transporta agua desde la cuenca del Mantaro hacia el Rímac.
Al respecto, Paul E. Maquet, coordinador del Programa Nacional de CooperAcción, expuso sobre los riesgos que representa Ariana para la cantidad y calidad de agua de Lima, y la estabilidad del túnel trasandino cuevas Milloc. Así mismo, los riesgos de instalar una presa de relaves con miles de toneladas de residuos tóxicos a menos de 100 metros lineales del mencionado túnel que trasvasa el agua que utiliza Lima y Callao.

De igual manera, la ex congresista Marisa Glave advirtió que el proyecto representa riesgos críticos para la cantidad y calidad del agua, y explicó que una primera sentencia en 2024 reconoció estos riesgos, ordenando suspender actividades hasta contar con estudios actualizados. Sin embargo, una segunda resolución judicial ha sido considerada contradictoria por no anular el proyecto, sino solo postergar su ejecución.
Las voces de los territorios
Durante la discusión también se escucharon los testimonios de autoridades locales y comuneros y comuneras que viven directamente los impactos de la minería. Representantes de la comunidad campesina de Marcapomacocha, así como de San Mateo y la Plataforma de Afectados por Metales y Sustancias Tóxicas del Callao compartieron sus preocupaciones sobre la falta de participación ciudadana en las decisiones, los daños a la salud, la contaminación de cultivos y la ausencia de medidas de protección frente a la crisis climática.

Se alertó, además, que algunas actividades mineras están operando sin estudios de impacto ambiental vigentes, lo que agrava la sensación de desprotección entre las comunidades.
¿Qué hacer frente a esta problemática ambiental?
Desde el foro se propusieron algunas medidas concretas para enfrentar esta situación:
- Declarar en emergencia ambiental la cuenca del río Rímac.
- Remediar los pasivos ambientales mineros ubicados en zonas críticas.
- Realizar un estudio de salud ambiental que evalúe los efectos de la contaminación en las comunidades.
- Fortalecer la vigilancia ambiental y el monitoreo ciudadano participativo.
- Exigir la revisión o anulación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Ariana, dado que no ha considerado adecuadamente los riesgos hídricos.
- Promover una planificación territorial que respete los ecosistemas frágiles y la función hídrica de la alta montaña.
- Informar, sensibilizar y movilizar a la ciudadanía, especialmente en Lima y Callao, que dependen directamente del agua de esta cuenca.
Un llamado colectivo a proteger el agua
Este foro ha puesto nuevamente sobre la mesa la urgencia de proteger las fuentes de agua ante la expansión de actividades extractivas. Las instituciones organizadoras, junto a las comunidades, hacen un llamado al Estado, a las autoridades competentes y a la ciudadanía en general para priorizar el derecho al agua, a la salud y a un ambiente sano por encima de cualquier interés económico.
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