¿Cómo van las concesiones mineras en el Perú?

Según la última actualización del Geoportal de CooperAccion, las concesiones mineras ocupan 19’517,968 hectáreas, lo que representa el 15.08% del territorio nacional.

Como se puede apreciar en la siguiente figura, en los últimos años la evolución de las concesiones mineras se ha mantenido estable. Observando los datos históricos, por ejemplo, en el período 2003 – 2013 se produjo una expansión notable de las concesiones en buena parte del país: era el período del superciclo de precios de los minerales y el boom de las empresas exploradoras junior que, con el respaldo de los mercados financieros, expandieron sus operaciones por todo el mundo.

Luego, entre el 2014 y el 2016, se produce un descenso. Es el período del post superciclo, en el que la inversión minera a nivel global se contrajo. A partir del 2016 para adelante, salvo algunas ligeras variaciones, se puede observar una cierta estabilidad.

En la siguiente tabla y figura, se puede apreciar la situación de las concesiones por departamentos, tanto el número de hectáreas como el porcentaje que ocupan. La Libertad, Apurímac, Moquegua, Ancash y Lima aparecen como los departamentos porcentualmente más concesionados (entre el 51% y el 41% de su territorio). En el otro extremo, son los departamentos amazónicos los que presentan una menor presencia de concesiones mineras en sus territorios. 

Cabe preguntar, ¿por qué con los actuales precios de minerales, como el cobre y el oro, las concesiones mineras no se han comenzado a reactivar como ocurrió en el anterior superciclo de precios de los minerales? Quizás son dos los principales factores que explican esta situación. El primero tiene que ver con el hecho de que, comparativamente, el territorio peruano hoy en día está bastante más explorado que hace 30 años: como se puede apreciar en la primera figura, a inicios de la década del 90 del siglo pasado, las concesiones mineras ocupaban menos de 3 millones de hectáreas.

El segundo factor se relaciona con el contexto que vive la economía global, en medio de múltiples incertidumbres: una economía que no termina de recuperarse, luego de la crisis de la pandemia; los escenarios bélicos que no cesan en diferentes partes del planeta; y los eventos climáticos extremos que cada vez golpean más fuerte a un mayor número de países, entre otros factores. En este contexto de fuerte inestabilidad, los mercados financieros siguen siendo bastante cautos para financiar emprendimientos de larga maduración, como es el caso de la minería.

Habrá que observar más adelante si las concesiones se dinamizan, sobre todo, si es que se reactivan los presupuestos de exploración y si los precios de los minerales de la transición energética siguen estando por las nubes.

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