Lo ocurrido en Yanaquihua y los accidentes fatales en la minería

Por: José De Echave C.

Al momento de escribir esta nota, se había confirmado el fallecimiento de 27 personas al interior de la unidad Esperanza 1, de la empresa minera Yanaquihua SAC, que opera en el distrito del mismo nombre, en la provincia de Condesuyos, departamento de Arequipa.

Lo primero que hay que precisar es que en este caso estamos hablando de una empresa formal, que opera como tal desde el año 2014, cuyo propietario está debidamente identificado[1]. Este doloroso hecho nos debe llevar a reflexionar sobre varios aspectos relacionados a la manera cómo opera la minería en el país en sus diferentes estratos.

Un primer aspecto tiene que ver con los accidentes fatales. Si bien la cifra de 27 trabajadores fallecidos es tremenda, estamos hablando de un sector en el que todos los años se producen accidentes fatales. Como se puede apreciar en la siguiente tabla, en los primeros meses del año ya se habían producido 3 accidentes mortales; el año pasado fueron 38 accidentes mortales; y el 2021, 63, la cifra más alta desde el año 2010.

Un segundo tema a tomar en cuenta es que, como ha señalado la empresa en un comunicado, los mineros fallecidos trabajaban para una empresa contratista[2], que también estaba debidamente autorizada para operar. Sobre este punto, debemos señalar que, del total de trabajadores mineros a nivel nacional, el 68.3% trabajan para empresas contratistas, mientras que el empleo en las propias empresas mineras apenas representa el 31.7% del total (ver cuadro).

El índice de accidentes fatales en empresas contratistas es bastante alto, debido a que muchas veces realizan las actividades de mayor riesgo, se da mucha rotación en las labores y varios trabajadores han denunciado que no son adecuadamente capacitados en protocolos de seguridad.

Finalmente, es importante señalar que, según la información proporcionada por el Gobierno Regional de Arequipa[3], la empresa había pasado la inspección técnica de seguridad en el mes de noviembre de 2022. Este hecho pone en evidencia la fragilidad de los mecanismos de supervisión y fiscalización existentes en el país: ¿de qué manera se realizan las labores de supervisión y fiscalización de las operaciones mineras en el país? ¿Se controlan de manera efectiva las condiciones de trabajo, de salud, los compromisos ambientales en las operaciones mineras en el país o, vivimos en una suerte de escenario de autoregulación?

Todo indica que, sobre todo, ocurre lo segundo y que el Estado peruano no está haciendo su tarea. Peor aún, cuando se intenta poner este tema en debate y mejorar los mecanismos de regulación, desde el sector empresarial minero se habla de exceso de trámites y permisos. Saquemos lecciones de estos casos tan dolorosos y mejoremos los estándares sociales, ambientales y de seguridad en la minería peruana.

08 de marzo de 2023


[1] Esteban Rey Huamaní.

[2] Se ha informado que la empresa es Sermigold.

[3] Los gobiernos regionales, a través de sus áreas de energía y minas, tienen la competencia para realizar labores de  fiscalización de los pequeños productores mineros y mineros artesanales.

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