Ciudadanos de Chancay marchan en Lima por afectaciones de Megapuerto de Cosco Shipping

Desde muy temprano ciudadanas y ciudadanos provenientes del distrito de Chancay, ubicado en la provincia de Huaral en el departamento de Lima y organizados en el Frente de defensa de la dignidad y libertad de Chancay, llegaron al centro de la capital para movilizarse pacíficamente y solicitar una reunión a la Presidencia del Consejo de ministros para ser escuchados y abordar el problema generado por los severos impactos que la construcción del puerto multipropósito bajo administración chino-peruana está generando en Chancay y en sus vidas.

Imagen: CooperAcción

El terminal portuario moderno que la empresa china está construyendo, con aval del gobierno peruano, se ubica en plena bahía histórica y turística de Chancay, y ha comenzado a golpear la historia, la tradición y la cultura de esta ciudad que además forma parte del corredor civilizatorio costero que dio origen a nuestra identidad nacional. 

La construcción de esta infraestructura portuaria es financiada por la empresa estatal china Cosco Shipping Ports en sociedad con la empresa minera peruana Volcan, reconocida por su trayectoria poco amigable con el medio ambiente. Una de las zonas de trabajo de esta empresa peruana se ubica precisamente en las partes altas (zona de cabecera de cuenca) de la provincia de Huaral.

Imagen: CooperAcción

En vista de que la construcción de esta obra implica la modificación de la bahía y la geografía del lugar para dar paso a enormes muelles para el encallamiento de buques triple E, la empresa emplea diariamente cargas explosivas de gran poder para acelerar la construcción. Hasta el momento las explosiones sucesivas han impactado en las viviendas de los ciudadanos que viven a menos de cien metros de la obra. Si, la obra se ubica a menos de cien metros de las viviendas, por increíble que parezca

El panorama actual es realmente preocupante: muchas casas rajadas, gente viviendo en permanente tensión, estrés acumulado, niños asustados, vecinos que no pueden transitar tranquilos, además de amenazas de muerte a los vecinos organizados que diariamente protestan y registran los atropellos de esta obra. Es decir, lo que está ocurriendo en Chancay es un conjunto acumulado de daños a la salud mental de las chancayanas y chancayanos, o sea, un impacto prolongado a sus vidas.

El proyecto también incluye la construcción de un túnel de gran dimensión que permitirá el transporte diario de camiones de carga pesada. Hace unas semanas, en plena construcción del túnel, se produjo un enorme forado en una vía de acceso urbano debido a las obras de esta construcción.

Imagen: CooperAcción

Los manifestantes que hoy se encuentran en Lima están solicitando al gobierno peruano la instalación de una mesa de diálogo tripartita con la empresa. No se oponen al proyecto, pero piden que esta obra se ubique lejos de sus casas, aproximadamente a cinco kilómetros hacia el norte, que es una zona no urbanizada y que no producirá afectaciones a la vida de la gente. Sin embargo, la empresa responsable del proyecto ha desoído los reclamos de los chancayanos y, en medio de la prolongada crisis política y las restricciones propias generadas por la lucha contra la COVID19, ha proseguido con la construcción del terminal portuario, con anuencia del gobierno local y las autoridades de gobierno central.

El gobierno chino ha indicado que esta obra permitirá que Sudamérica cuente con un hub portuario de gran importancia geoestratégica. Sin duda, es una inversión clave para el Perú. Pero, la pregunta obvia es: ¿debe hacerse a costa de la tranquilidad de la gente?

06 de diciembre de 2022

 

Compartir: