Sociedad civil de Perú y Colombia denuncia en Europa los impactos de las minas de Glencore

Una delegación de la sociedad civil del Perú y Colombia realizó una gira de trabajo por Europa a finales de noviembre para exponer los impactos de las operaciones mineras de la empresa suiza Glencore en la región. El objetivo primordial fue instar a las empresas a priorizar los derechos humanos de los pueblos indígenas, la preservación del ambiente y del agua por encima de inversiones e intereses financieros.

Durante esta gira, los representantes peruanos, conformada por líderes sociales y especialistas, mantuvieron reuniones con entidades financieras, presentando los recientes estudios del OEFA que confirman la conexión entre la contaminación en la provincia cusqueña de Espinar y las operaciones mineras del proyecto minero Antapaccay, propiedad de Glencore. También se abordaron los riesgos concernientes a la expansión Coroccohuayco, una nueva ampliación de la minera, particularmente en lo relativo a la adquisición de tierras de comunidades y la consulta previa, libre e informada.

El enfoque principal de estas conversaciones ha sido exigir a la empresa Glencore Antapaccay que detenga la contaminación, repare a las familias afectadas y cumpla con los estándares internacionales de derechos humanos y debida diligencia en sus actividades comerciales.

Además de las interacciones con entidades financieras, la delegación mantuvo reuniones de trabajo con entidades gubernamentales y actores políticos clave, como el Ministerio de Finanzas de Países Bajos y el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido. Asimismo, se han realizado encuentros con parlamentarios, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil.

El sábado 18 de noviembre, la delegación participó en una marcha simbólica hacia la sede de Glencore en Suiza para poner de relieve el legado tóxico de esta empresa y exigir un cambio significativo en sus prácticas.

En la delegación participaron representantes de CooperAcción, como Ana Leyva y Paul Maquet, y activistas de derechos humanos y defensa ambiental como Ariana Kana y Elsa Merma, miembros de la Plataforma de Afectados por Metales Pesados.

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