¿Qué hay detrás del colapso del puente Chancay?

Pasada las once de la noche del jueves 13 de febrero, el altamente transitado puente Chancay que une a Lima con esta ciudad del norte terminó por colapsar. Ocurrió mientras circulaba por dicha vía un automóvil y un bus de la empresa Cruz del Norte con cincuenta y siete pasajeros a bordo. Ambos vehículos se trasladaban de norte a sur, en dirección hacia la ciudad de Lima.

Imagen: Perú construye

Los efectivos del cuerpo de bomberos que atendieron la emergencia confirmaron el fallecimiento del piloto del bus y de otra persona de sexo femenino; asimismo, se contaban más de cincuenta personas heridas que fueron trasladadas al hospital de Chancay para su atención. El vehículo que cayó al río junto con el puente, fue arrastrado por el caudal con sus dos ocupantes a bordo. Hasta el momento ambas personas permanecen desaparecidas.

Mientras tanto, la vía que va de sur a norte también quedaba suspendida inmediatamente, con el propósito de reducir el riesgo de otro accidente. Con las vías cerradas, el tránsito quedaba paralizado en ambos sentidos generándose un enorme tráfico y una fila interminable de vehículos en ambos sentidos.

El supuesto incremento del cauce y la presión debajo del puente

Inmediatamente, la primera razón que se ensayó para explicar el desastre fue el incremento del caudal del río Chancay. El río creció en las últimas horas debido a las lluvias ocurridas en las partes altas de la cuenca y que fueron anunciadas, días atrás, por el Servicio nacional de meteorología e hidrología -Senamhi. Pero los técnicos y el subprefecto de la ciudad de Huaral, que se acercaron al lugar del desastre, descartaron esa posibilidad y consideraron que el incremento del caudal no implicaba un factor relevante para el debilitamiento de las estructuras del puente. Además, horas antes el Senamhi había publicado el aviso 044 – 2025 de corto plazo ante posible activación de quebradas, en donde señalaba que distritos de la cuenca Chancay Huaral, salían del nivel rojo y pasaban al nivel naranja[1].

Habría que señalar que, respecto a ese tema, uno de los momentos históricos en que el caudal del rio Chancay creció por encima de la capacidad del cauce fue en el año 2017 con la ocurrencia de El Niño costero. En marzo de ese año, el desborde del río fue total, con un caudal que alcanzó los 170 metros cúbicos. El desborde de ese entonces dejó varias viviendas afectadas. Y, aun así, la intensidad y la fuerza del caudal y del desborde no significó daños en las estructuras del puente Chancay.

Así pues, si el incremento del caudal fue una de las razones del colapso del puente, es un tema que debe investigarse por los órganos competentes. Pero hay otra razón que no se ha tomado en cuenta.

El probado incremento de carga vehicular: la presión sobre el puente

Desde hace poco menos de un año, el puente Chancay ha comenzado a recibir una alta presión vehicular. Este mayor flujo de transporte tiene que ver con el interés y atención que ha suscitado el Megapuerto de Chancay. En efecto, desde que se amplió la publicidad sobre las bondades y oportunidades económicas que el megapuerto traería a la zona y al país, el tránsito ligero y pesado se ha incrementado exponencialmente ejerciendo una presión que está exigiendo al puente una capacidad mayor.

Miles de vehículos circulan diariamente por el puente Chancay, pero los fines de semana esta situación es más persistente y se torna mucho más compleja. En efecto, regresar los fines de semana del norte chico a Lima es mucho más complicado y toma más tiempo de lo “normal”. Esa situación ocurre debido a la dinámica económica que se ha activado en la zona por la puesta en funcionamiento de la infraestructura portuaria. La venta de terrenos y lotes, tanto para viviendas como para almacenes, que además de darse de manera legal también se da de manera ilegal, es uno de los rubros que se ha expandido en todo el norte chico, haciendo que los fines de semana miles de personas se trasladen a la zona, desde el norte o desde Lima con el afán de encontrar una oportunidad.  

Asimismo, como indican quienes viven en Chancay, cientos de vehículos de carga pesada comenzaron a circular diariamente trayendo materiales de construcción debido a este “boom” de terrenos. Toda esta carga vehicular y la falta de mantenimiento, que es lo que indican los residentes de la zona, puede haber influido en el debilitamiento de las estructuras del puente.

¿Quién asume la responsabilidad?

Norvial S. A. es la empresa concesionaria que tiene a su cargo el mantenimiento de la vía Panamericana y también del puente Chancay. El año 2013, el ministerio de Transportes y Comunicaciones le entregó en concesión por 25 años la Red vial N°5. Esta vía es mejor conocida como el tramo Ancón-Huacho-Pativilca de la carretera Panamericana Norte. Por tanto, Norvial es la responsable de darle mantenimiento a las vías y al puente Chancay, e informar anticipadamente si se presentara algún riesgo.

¿La caída del puente pudo haberse evitado? Sin duda que sí. Y la única forma de haberlo asegurado es a través de las permanentes inspecciones y labores de mantenimiento que debieron hacerse. Según comunicadores y personas del lugar donde ocurrió el siniestro, dicho mantenimiento no ha ocurrido en mucho tiempo. Habrá que investigarse y encontrar las causas del colapso.

Ositran, como supervisor de dicho contrato y vigilante del cumplimiento de todas las condiciones contractuales para garantizar a los usuarios un servicio adecuado, deberá también hacer su trabajo.

Mientras, el ministerio de Transporte y Comunicaciones- MTC, como órgano público responsable de la gestión de las carreteras de la Red vial nacional, está obligado también a asumir su responsabilidad. Desde hace tiempo, el diseño y la aplicación de las políticas de integración vial nacional no están funcionando correctamente. Las tasas de siniestralidad y accidentes mortales en las vías se han incrementado y las conexiones viales no son las más idóneas y adecuadas. Recordemos que este sector tiene un alto presupuesto y su rol es estratégico para el desarrollo del país. Asimismo, la dirección regional de transportes y comunicaciones de la región Lima es otra de las entidades que debe pronunciarse al respecto.

El policolapso o los colapsos múltiples

Pero el colapso del puente Chancay también ha puesto en evidencia otro colapso silencioso: la precariedad del sistema de salud en ese distrito, que además refleja la situación de nuestro sistema de salud pública. Los heridos fueron transportados al hospital de Chancay e inmediatamente el nosocomio colapsó y no pudo darse abasto para atender la emergencia. No solamente colapsó en términos de capacidad de su infraestructura sino también en la disponibilidad de las medicinas y equipamientos mínimos para atender la crisis.

De otro lado, los heridos fueron trasladados en vehículos particulares o taxis colectivos, ya que los bomberos que atendieron la emergencia, no contaban con una ambulancia de rescate.

Asimismo, el colapso moral también se manifestó en este suceso. En medio de la emergencia, diversas personas se treparon al bus para arrebatar las pertenencias de los heridos, mientras pedían auxilio. Es, sin duda, un colapso de múltiples dimensiones.

El colapso estatal

Lo ocurrido en el puente Chancay es una tragedia. No debió morir ninguna sola persona. Y las muertes por este tipo de accidentes siempre pueden evitarse cuando se hacen bien las cosas. Este lamentable suceso evidencia las severas limitaciones del Estado para llevar a cabo una adecuada gestión de nuestras vías nacionales; limitaciones tanto de quienes están encargados de supervisar las concesiones como de quienes están conduciendo el sector. Las muertes que ocurren todos los días en nuestras carreteras y la caída de esta importante vía elevada en Chancay, evidencian el desastre de nuestro sistema público de conexión vial y de transportes. No es de ahora, pero se ha agudizado.

La incómoda conclusión que nos deja este lamentable hecho es que el colapso del puente Chancay probablemente esté significando el colapso progresivo en el que se encuentra nuestro país, que no es otra cosa que un franco proceso de deterioro del sistema y de quienes la dirigen en este momento.


[1] Aviso de corto plazo ante posible activación de quebradas, en: https://shorturl.at/rHsRq

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