Los océanos y la crisis climática

José De Echave C.

En un contexto de crisis climática y de multiplicación de fenómenos meteorológicos extremos, las temperaturas del mar no son la excepción y los récords también se baten año tras año. La realidad a nivel global muestra que los océanos, que cubren aproximadamente el 70% del planeta, también están al límite: las mediciones satelitales que se realizan desde hace 45 años muestran que en el mes de abril de 2023 se han batido todos los récords y como señalan algunos meteorólogos, los océanos también han entrado a un territorio desconocido. “La media oceánica escaló hasta los 21°C, superando el anterior récord, marcado hace solo siete años”[1].

Como lo señala el Convenio Sobre Diversidad Biológica: “Hoy en día las actividades humanas suponen una gran amenaza para los mares y también para las costas debido a la sobreexplotación de la pesca, las prácticas pesqueras destructivas, la contaminación y la eliminación de residuos, la escorrentía de tierras agrícolas, las especies exóticas invasoras y la destrucción de hábitats”. Además, “el cambio climático global conlleva presiones adicionales al elevar el nivel del mar, aumentar la temperatura del agua y provocar más desastres naturales”. El Fenómeno del Niño global y el denominado Niño Costero son elementos que coadyuvan a la elevación de las temperaturas: por ejemplo, entre marzo y abril de 2023, las temperaturas del mar en Piura aumentaron, en varias zonas, hasta una profundidad de aproximadamente 100 metros. 

Es importante subrayar que los océanos soportan una intensa actividad económica: según el Banco Mundial, los océanos aportan US$ 1.5 billones anuales a la economía mundial y se proyecta que esta cifra llegue a US$ 3 billones en el 2030. Además, no se debe perder de vista que alrededor del 90% de los productos que se comercian a nivel internacional utilizan transporte marítimo para conectarse con los diferentes mercados y se proyecta que esta cifra se triplique para el 2050[2]. En el caso del Perú, la institución Oceana destaca que “se estima que la pesquería aporta US$3,200 millones y da empleo a alrededor de 225 mil personas”.

Por ello es clave proteger los océanos. A diferencia de la superficie de tierra firme, los océanos y su diversidad biológica se encuentran mínimamente protegidos. No se debe perder de vista que los océanos proporcionan entre el 50% y el 80% del oxígeno que respiramos y son un elemento fundamental para regular el clima global. El mencionado Convenio sobre Diversidad Biológica, que el Perú ha ratificado, establece que los países deben proteger al menos el 10% de sus zonas marino-costeras hasta antes del 2020 y que la meta es llegar al 30% antes del 2030. Mientras que países de América Latina como México, Brasil, Colombia y Chile ya han superado largamente la meta del 10% de su dominio marítimo cubierto por áreas naturales protegidas, lamentablemente el Perú tiene en la actualidad apenas algo más del 0.5%.  Cabe señalar que desde hace más de una década se ha propuesto convertir el mar del norte peruano -donde se juntan las corrientes de Humboldt y del Pacífico Tropical, y que alberga más del 70% de especies  marinas del país y es hábitat de especies amenazadas- en un área protegida. La creación de esta nueva área protegida permitiría conservar 116 mil hectáreas de ecosistemas marinos, lo que significaría, según el Ministerio del Ambiente, incrementar en 28.75% las zonas naturales bajo protección. Lamentablemente, la presión de sectores del empresariado, de sectores de la pesca industrial y de los hidrocarburos, ha impedido que se logre esta meta de protección                     

Finalmente, es importante subrayar que, en marzo del 2023, 190 países, en el marco de las Naciones Unidas, han definido un nuevo acuerdo denominado “Tratado de Altamar” que busca convertir, hacia el 2030, el 30% de los océanos en zonas protegidas. Este tratado deberá ser ratificado por lo menos por 60 países para que finalmente entre en vigencia.   


[1] Afirmación del meteorólogo J. Gonzáles Alemán. El Diario de España, 10 de abril de 2023.

[2] Declaraciones de Charlotte De Fontaubert, experta en Economía Azul del Banco Mundial.

Compartir: