Los dos dígitos de crecimiento minero
(Foto: Diario Gestión)
El año 2015 ha cerrado con un crecimiento de la minería metálica de dos dígitos: 15.47%. Estos niveles de crecimiento no se veían desde finales de la década del 90 o en el período de inicio de la producción de Antamina (2001-2002).
¿Qué ha pasado? En primer lugar, el dinamismo mostrado por el sector el año 2015 se explica básicamente por el incremento significativo de la producción de cobre. Como se puede apreciar en el siguiente gráfico, la producción de cobre en el Perú ha iniciado un despegue importante con el aporte de proyectos como Antapaccay, Constancia, Toromocho, la ampliación de Cerro Verde y que continuará en los próximos años con el inicio de la producción comercial del mega proyecto Las Bambas y otras ampliaciones.
Así como en la década del 90 se habló del efecto Yanacocha y a partir del año 2001 fue el efecto Antamina; desde el 2016 y por algunos años más, se hablará del efecto Las Bambas. Prácticamente, el Perú duplicará su producción de cobre el año 2017.
Al parecer los dos dígitos de crecimiento, han provocado que algunos piensen que los años de la bonanza minera estarían nuevamente a la vuelta de la esquina y que los impactos positivos se multiplicarán de inmediato en el resto de la economía. Para estos análisis, nuevamente se confirma que la minería es el único motor que puede provocar el crecimiento de la economía e incluso dejan de lado el actual contexto internacional de caída de cotizaciones, mercados financieros restringidos y menores flujos de inversiones.
Lo cierto es que terminado el súper ciclo de los precios de los metales y siendo conscientes que todas las proyecciones realizadas a nivel global, coinciden en que no habrá una recuperación significativa de las cotizaciones en los próximos cinco años, los impactos del crecimiento minero en el país serán bastante más limitados de los que se dieron en el período de bonanza.
Algunos ejemplos:
- Un crecimiento con bajísimo impacto fiscal: pese al crecimiento de dos dígitos de la minería metálica, la participación de la minería en la recaudación del Impuesto a la Renta ha caído a los niveles más bajos de los últimos 15 años. Todo indica que el crecimiento minero de los próximos años tendrá un bajísimo impacto fiscal, lo que por consiguiente significa que las transferencias del canon continuarán a la baja.
- No hay que perder de vista que el aumento del volumen producido con precios internacionales deprimidos no ha impedido que las exportaciones mineras hayan seguido cayendo el año 2015 y seguramente seguirán retrocediendo este año: luego de alcanzar el pico de 27 mil quinientos millones de dólares el año 2012, las exportaciones han caído por tres años consecutivos hasta llegar a los 18 mil ochocientos millones el años 2015. Cabe recordar que en el período del súper ciclo (2002-2013), las exportaciones aumentaron tanto por la mayor producción minera y sobre todo por el alza de los precios de los metales.
- Un crecimiento minero con empleo a la baja: al haber concluido la fase de construcción de proyectos mineros, el empleo vinculado a las distintas etapas de desarrollo de este tipo de proyectos, también muestra una clara tendencia a la baja. Un ejemplo: en el período de construcción del proyecto Las Bambas se llegó a emplear cerca de 18 mil personas mientras que en la fase de producción se generarán apenas alrededor de 4 mil.
- Finalmente, otro dato relevante que permite complementar el panorama. Las inversiones en minería están cayendo a nivel global y por supuesto también en el Perú: luego de alcanzar un pico el año 2013, estas han caído en los dos últimos años: de 9 mil setecientos millones de dólares a 7 mil 458. Esta tendencia va a seguir así el país se ponga de cabeza y apruebe todos los paquetes ambientales y sociales que proponen los empresarios mineros.
Lo cierto es que los años de bonanza minera han terminado y no se vislumbra una recuperación en el mediano plazo y menos en el corto plazo: las cifras de recuperación de la producción minera hay que leerlas en este contexto general. Si bien la minería forma parte de la matriz productiva del país, es urgente despertar otros motores y diversificar esa matriz.
29 de febrero de2016
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