Lima y su zona marino costera

Lima vivió durante mucho tiempo dándole la espalda al mar. Pese a ser la única capital de América del Sur situada frente al mar, durante mucho tiempo no se tomó en cuenta el extraordinario valor que tenía su zona marino costera. Solo en las temporadas de verano la ciudad ocupaba las contadas playas de sus costas.
Sin embargo, en las últimas décadas esta situación comenzó a cambiar con varios aspectos positivos, pero también con varias amenazas. Entre lo positivo podemos citar el hecho de que este espacio haya sido tomado por la población para el esparcimiento; el ejercicio de diferentes deportes; otras actividades de diferente tipo; la ampliación de parques; una sana competencia entre los municipios costeros para mejorar sus malecones, áreas verdes, sus playas, etc. Todos estos factores han hecho que los malecones superiores, las playas de Lima y, en general, toda la zona marino costero sea, hoy en día, el más importante espacio público de la ciudad.
Pero también ha habido lo otro. Excesos y abusos que han puesto y ponen en riesgo este espacio: históricas playas de arena de los distritos de Chorrillos y Barranco que se llenaron de piedras por proyectos de infraestructura irresponsables; la presión de negocios privados que se fueron apropiando de las zonas costeras y dañando sus playas; la construcción de una marina privada en el distrito de Barranco; la explosión inmobiliaria que ha llegado a ocupar parte de los acantilados; son solo algunos ejemplos de la presión que se ha ejercido y se sigue ejerciendo sobre este espacio vital para la ciudad y su población.
Pero la dimensión de los proyectos y de la agresión va en aumento. En la actualidad, una de las principales amenazas a la zona marino costera de Lima es la propuesta de construcción de un terminal de cruceros en la bahía de Miraflores. El proyecto “Terminal de Cruceros Bahía de Miraflores” incluye un muelle de cruceros que, según algunas versiones, duplica el largo del muelle del puerto de Chancay; la construcción de un rompeolas transversal de piedra; entre otras obras. Todo esto va a tener un enorme impacto en las mareas y en los ecosistemas de la Costa Verde.
El Colegio de Arquitectos del Perú se ha manifestado y con claridad señala que el proyecto no cumple con una serie de exigencias y pretende instalarse en una zona donde, en principio, sólo se pueden implementar acciones que correspondan a su Plan Maestro y que cuente con la autorización del Consejo Directo de la Autoridad de la Costa Verde.
Como lo recuerda el Colegio de Arquitectos del Perú, la Costa Verde “constituye una franja costera, de gran valor urbano y paisajístico para la Metrópoli de Lima y Callao, que comprende las playas, acantilados y malecones superiores, así como todos los terrenos existentes, incluyendo aquellos ganados al mar por lo que su planificación debe responder a una visión integral donde confluyen múltiples variables de gobernanza urbana”.
Esta propuesta genera una grave amenaza y lo que se espera es que las autoridades competentes lo observen. Toca a la población de Lima defender su principal espacio público y todo lo que representa hoy en día la Costa Verde.
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