¿Cuánto sabe Rómulo Mucho?*

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El flamante ministro de Energía y Minas es un personaje que, en las últimas décadas, siempre ha rondado las esferas del poder y lo cierto es que se las ha arreglado para tener cierta visibilidad a lo largo de los años. Si durante el gobierno de Toledo logró ser viceministro de Minas y congresista accesitario, ahora ha logrado una de sus ansiadas
metas, convertirse en ministro de la cartera de Energía y Minas.

Ingeniero de minas por la Universidad Nacional del Altiplano, don Rómulo es originario de Juli, provincia de Chucuito, Puno. Siempre se ha presentado como una persona conocedora del Perú profundo y el principal público objetivo de ese mensaje ha sido el empresariado, principalmente el minero. De hecho, conocido su nombramiento, la Confiep le ha dado su respaldo: el presidente del principal gremio empresarial, Alfonso Bustamante, ha declarado que le otorgaban su “voto de confianza”.

Al parecer la confianza (por decirlo de alguna manera) es lo que le sobra al ministro: «Creo que con solo mi nombramiento ya es un espaldarazo a la confianza de los inversionistas. Soy conocido en el mundo empresarial y he estado en los países mineros y sé cómo piensa el inversionista”. Además, asumido el cargo, el ingeniero Mucho también ha declarado que lo han llevado a esa cartera para destrabar proyectos: “Tía María debe salir; si sale, otros proyectos también avanzarán”. En este ánimo de destrabar, también ha mencionado otro proyecto controvertido, el de Conga.

Todo indica que ha asumido en serio el rol de ministro destrabador. ¿Es así de simple? ¿En este tema, sabe mucho don Rómulo? ¿Tendrá la capacidad de sacar adelante los proyectos que ha mencionado? Vamos por partes.

Un primer dato de la realidad, que no se puede perder de vista, es que Tía María siempre ha sido un proyecto tremendamente resistido y que tres gobiernos han fracasado en el intento de sacarlo adelante. El primer intento fue en las postrimerías del segundo gobierno de Alan García (2011), cuando se presentó un cuestionado estudio de impacto ambiental (EIA) que finalmente fue retirado. Uno segundo fue en el 2014, durante el gobierno de Ollanta Humala, cuando finalmente se aprobó el segundo EIA presentado, lo que provocó una ola de protestas en todo el Valle de Tambo. Finalmente, durante el gobierno de Martín Vizcarra, el año 2019, en torno a la aprobación de la licencia de construcción, se desató nuevamente una fuerte protesta en la zona, lo que obligó a que el propio presidente señalase que Tía María no iba a ir durante su gobierno.

Tampoco hay que perder de vista que en todos los años del conflicto de Tía María se ha producido el lamentable saldo de siete personas fallecidas, decenas de heridos y dirigentes criminalizados. Pese a todo el tiempo transcurrido, el rechazo al proyecto se mantiene entre los agricultores del Valle de Tambo y las heridas de los estallidos pasados aún no han cicatrizado.

Insistir en proyectos resistidos por las poblaciones podría provocar una nueva ola de protestas y conflictividad social. El ministro Rómulo Mucho debería entender que los proyectos que no tienen lo que las propias empresas denominan como licencia social, no son viables en el Perú y en cualquier parte del mundo. La experiencia que dice tener el ministro le debería permitir llegar fácilmente a esa conclusión.

*Editorial del Boletín Electrónico de Actualidad Minera del Perú N°296 – Febrero 2024.

Revisa el Boletín en el siguiente enlace: https://bit.ly/49ByiBt

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