OEFA sanciona a Repsol con multa de 5 millones de soles

El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, impuso una multa en primera instancia por 1087.933 UIT, equivalente a S/ 5, 004, 491.8, a Refinería La Pampilla S.A.A. de Repsol, al incumplir con la identificación de las zonas afectadas por el desplazamiento del petróleo derramado el pasado 15 de enero del 2022 en el mar de Ventanilla.

Imagen: Gobierno del Perú

Este organismo recordó en una nota de prensa que, tras las acciones de supervisión, el OEFA ordenó de manera inmediata a Refinería La Pampilla identificar las zonas afectadas. Pero luego determinó que Repsol no acreditó dicho cumplimiento.

De esta manera, el organismo ha determinado la responsabilidad administrativa y ha impuesto la primera multa en el marco de los procedimientos administrativos sancionadores iniciados a Repsol, por el incumplimiento de la medida administrativa ordenada.

Asimismo, se han iniciado otros 4 procedimientos sancionadores por incumplimientos en: 1.limpieza del área de suelo y aseguramiento, contención y recuperación del hidrocarburo; 2.en la medida administrativa de contención, recuperación y limpieza de la bahía de las Áreas Naturales Protegidas y en otras áreas marinas; 3. de la medida administrativa de aseguramiento del área, contención, recuperación y limpieza del hidrocarburo sobrenadante en el agua de mar afectada; y 4. por presentación de información falsa en el Reporte Preliminar de Emergencias Ambientales.

Por otra parte, el OEFA ordenó a La Pampilla 16 medidas administrativas, respecto de las cuales se han incumplido 7 de ellas. Como consecuencia de este incumplimiento, se ha impuesto a la empresa 6 multas coercitivas por un monto total de 2 millones 760 mil soles, las cuales a la fecha se encuentran pagadas. 

Implicancias

Para Alejandro Chirinos, director de CooperAcción y especialista del Programa gobernanza marino costera, el sustantivo que más se repite en los informes del organismo fiscalizador es incumplimiento.

 “Cada vez aparecen más impactos. Una cosa es que se derrame hidrocarburos en tierra, otra cosa es que se derrame en el mar, que está en permanente movimiento debido a la influencia de las corrientes marinas, por lo tanto, los niveles de limpieza y remediación son más difíciles y requiere tecnologías con otro nivel de exigencia.”

Repsol en ningún momento ha tenido el compromiso de descontaminar pues la empresa no tiene un compromiso ambiental. La empresa ha negociado con el Estado un adelanto de indemnización, pues para Repsol el problema es económico, y no ambiental. Eso se expresa en el tipo de tecnología que han empleado en la limpieza de las playas, que ha sido superficial.

“Hasta el día de hoy no hay un informe ni documento completo y oficial que indique cuáles son las dimensiones reales del impacto. Esto revela la incapacidad del Estado para producir este tipo de información,” puntualizó Chirinos.

Asimismo, destacó que esta sanción aplicada a Repsol es un logro importante de las organizaciones de pescadores afectados por el ecocidio. 

El director de CooperAcción destacó que “Tal es el caso de la Asociación de Pescadores del Distrito de Aucallama (APADA) a quienes, junto con la ONG Earth Rights International (ERI), venimos acompañando en la gestión de los procesos administrativos sancionadores para la restitución de sus derechos fundamentales.”

Es necesario recordar que la demora irresponsable y negligente de la empresa en la atención de la emergencia y, además, la actitud de negar su responsabilidad durante los primeros días, determinó el nivel de daño que hoy lamentamos al haber demorado las acciones de contención. Hoy, esos daños tienen un proceso acumulativo por las propias dinámicas de las corrientes marinas. Miles de hectáreas de ecosistema marino costero, valiosas para la pesca artesanal, se han perdido y han dejado en la quiebra económica a miles de pescadoras y pescadores artesanales.

Asimismo, ha dejado endeudado a otro grupo grande de trabajadores costeros que se habían hecho de préstamos bancarios para afrontar la temporada alta que traía el verano. Hoy todos han quedado quebrados, en la completa incertidumbre, y sus familias sometidas a un permanente estrés generado por la crisis económica y humanitaria en la que se encuentran.

Cabe recordar que la actividad pesquera artesanal es una actividad importante que activa una gran cadena económica en los distritos costeros donde se desarrolla. La pesca genera múltiples oportunidades de empleo y es importante recordar que durante todo este tiempo no dejó de contribuir a la reactivación económica tras los impactos que la pandemia del COVID19 dejó en nuestro país. Así como las actividades agrícolas, la actividad pesquera no se detuvo nunca y sus trabajadores estuvieron sometidos a situaciones de riesgo permanente debido a la exposición a los contagios por la pandemia.

Esta sanción impuesta por OEFA es un pequeño pero importante logro de los pescadores afectados quienes hoy se han convertido en defensores ambientales y buscan justicia, en medio de una crisis política que no permite una salida sostenible a este desastre extractivista en la costa. Tampoco debemos olvidar que este es el peor desastre ecológico ocurrido en la historia de nuestro altamente productivo mar peruano.

14 de julio de 2022

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