Nanay en peligro: minería ilegal avanza sin control
La cuenca del río Nanay, fuente de agua para medio millón de personas en Iquitos y uno de los ecosistemas más frágiles de la Amazonía, enfrenta el avance acelerado de la minería ilegal de oro.
En un territorio donde la biodiversidad es tan alta como la pobreza, la ausencia del Estado ha permitido que redes criminales tomen el control, transformando al Nanay en una nueva frontera extractiva.
El sociólogo Juan Luis Dammert, en declaraciones para Ojo Público, señala que a pesar que Loreto no tiene una tradición de minería informal, la explotación aluvial ilegal se ha instalado en distritos como Alto Nanay, cinco veces más grande que Lima, pero con escasa presencia institucional.
Para el especialista, citando a Propurús y DAR, en esta zona remota, el crimen organizado, incluidas facciones colombiana, opera libremente generando impactos como la violencia, destrucción ambiental y colapso social.
Por ejemplo, la comunidad nativa de Alvarenga, excluida del Área de Conservación Regional (ACR) Alto Nanay, se ha convertido en el epicentro de la actividad minera ilegal, en medio de una total desprotección legal y territorial.
Dammert indica que el Nanay atraviesa áreas protegidas como la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, con suelos poco fértiles y una dinámica fluvial delicada y que cualquier intervención altera irreversiblemente su equilibrio ecológico.
Si bien la resistencia ciudadana y algunas acciones del Gobierno Regional de Loreto intentan frenar a través de normas la actividad extractiva en el Nanay, la falta de vigilancia, la corrupción y la impunidad permiten que esta actividad ilegal persista y se consolide.
En el Nanay lo que está en juego no es solo el agua que abastece a Iquitos o la biodiversidad de un ecosistema único, sino la capacidad del Estado de proteger sus fronteras internas frente a redes criminales, asegura el sociólogo. (Tomado de Servindi)
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