Los impactos ecológicos y humanos del derrame de petróleo de La Pampilla

Han pasado cuatro días del desastre ecológico ocurrido el sábado 15 de enero en el mar de Ventanilla y hasta el momento son tres distritos los afectados por el derrame de crudo en el terminal n° 2 multiboyas de la Refinería La Pampilla.

Imagen: El comercio

Desde las primeras horas de la mañana del martes, vecinos constataron que la mancha tóxica había sido arrastrada por la corriente marina hasta las playas de los distritos de Santa Rosa y Ancón, impactando en los ecosistemas costeros y en la biodiversidad marina de este sector. Asimismo, especialistas del Sernanp han constatado que el accidente también ha afectado la Zona Reservada de Ancón e islotes de pescadores, áreas marinas que forman parte de nuestra Reserva nacional sistema de islas, islotes y puntas guaneras (RNSIIPG), oficialmente protegida por el estado por su importancia para la conservación de la biodiversidad y su contribución al desarrollo sostenible del país.
Han pasado cuatro días del desastre ecológico ocurrido el sábado 15 de enero en el mar de Ventanilla y hasta el momento son tres distritos los afectados por el derrame de crudo en el terminal n° 2 multiboyas de la Refinería La Pampilla.

Imagen de la “mancha negra” en playa del distrito de Santa Rosa. Imagen enviada por ciudadanos del distrito a CooperAcción.

¿Error en el reporte de la empresa?

El día del accidente, diez horas después del suceso, muy cerca de la medianoche y obligada por el marco legal ambiental, la empresa reporta el accidente al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa), indicando que el derrame de crudo había consistido solo en 7 galones (0,16 barriles) y que había cubierto tan solo una pequeña área de 2,5 m2 de la superficie marina, algo nada significativo según los cálculos de la empresa.

Sin embargo, en el marco de la atención de la emergencia, la propia Oefa ha calculado que son aproximadamente 18 mil metros cuadrados de playas contaminadas con el hidrocarburo, algo así como 2.5 veces el tamaño del estadio nacional. La Oefa indica además que, si la cantidad derramada de crudo que fue reportada inicialmente por la empresa fuese la correcta, no habría tenido la capacidad para afectar tanta extensión del ecosistema costero. Indudablemente, algo no cuadra entre el reporte inicial de la empresa y los impactos hoy identificados en los distritos afectados y en parte de la reserva marina, aún cuando la empresa, según su manual de operaciones (2017), cuenta con un sistema de detección temprana de vertidos de hidrocarburos en la superficie del mar (sistema HEADS), que le permite identificar inmediatamente este tipo de accidentes. Hasta hoy no se conoce la cantidad exacta del derrame, información que podría ayudar en el ajuste de las acciones de reparación ambiental que se ejecutan.

Afectación a la biodiversidad, a la actividad pesquera y a la salud de las personas.

La “mancha negra”, como han denominado los vecinos de los distritos afectados a la zona impactada, puede divisarse desde las partes altas de los acantilados. En el recorrido que han realizado ayer desde muy temprano, encontraron fauna marina muerta en la orilla de las playas. Asimismo, aves marinas propias de la zona afectada (piqueros, zarcillos y cormoranes), cubiertas completamente de petróleo y sin poder desplazarse, han sido recogidas por personal especializado del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) para su tratamiento, desintoxicación y posterior liberación. La recuperación del ecosistema será lenta. En los siguientes días probablemente se encuentre más especies e individuos impactados. Algunos afectados directamente por la cobertura de petróleo en su plumaje, limitando su capacidad de desplazamiento; otros afectados indirectamente por el consumo de peces intoxicados. La tarea será identificar el impacto que el derrame hidrocarburífero tendrá en la biodiversidad de la zona y de la reserva, y qué capacidad de resiliencia tendrá el ecosistema.

Por otro lado, vecinos del lugar que frente a la crisis ocasionada por la pandemia han encontrado una oportunidad de trabajo en la afluencia de bañistas en esta época del año, han visto afectada su dinámica laboral. Al no haber bañistas, no pueden ofrecer sus servicios. Lo mismo courre con pescadores artesanales. El derrame de petróleo mata a los peces, ahuyenta a los que sobreviven y deja la zona “muerta” para la pesca hasta que el ecosistema se recupere y “limpie” nuevamente.

Los vecinos de los distritos impactados, principalmente los de Ventanilla, también ven afectada su salud. Quienes viven en el borde más costero, como los ciudadanos del sector de Bahía Blanca, indican que el olor a combustible en el ambiente es fuerte desde hace unos días y que las corrientes de viento traen el olor hacia las casas. Los expertos de la salud señalan que una exposición prolongada o repetida a bajas concentraciones de los componentes volátiles del petróleo puede producir náusea, mareos y dolores de cabeza. El ministerio de salud tendrá que monitorear los impactos en la salud humana de estas comunidades ocasionados por este derrame.

Ave guanera muerta encontrada en Reserva de Ancón. Imagen: Sernanp

Investigación a la empresa

Luego de constatarlos impactos del derrame en la biodiversidad y en los ecosistemas, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Lima Noroeste inició investigación contra los representantes legales y funcionarios de la Refinería La Pampilla S. A. La empresa que es administrada por el Grupo Repsol del Perú S.A.C. tendrá que afrontar la investigación por el presunto delito de contaminación ambiental al haber afectado el litoral con el derrame de petróleo crudo.La fiscalía argumenta que la cantidad de petróleo derramada en el mar que hasta el momento ha sido succionada y recuperada, difiere con la información preliminar entregada por la empresa. La investigación puede demorar unos meses. Mientras tanto, los pescadores artesanales afectados y los vecinos de las zonas directamente impactadas tendrán que buscar otras oportunidades para subsistir en medio de una tercera ola de contagios por COVID imparable.

19 de enero de 2022

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