José De Echave le responde al director de Perú 21
Estimado Juan José [1]:
He leído con interés, sorpresa y preocupación tu artículo de opinión que lleva como título “Historia conocida” y que aborda el conflicto ocurrido en la zona del proyecto Las Bambas. Con interés porque siempre es importante leer y tomar en cuenta distintas opiniones; con sorpresa por las confusiones (varias) que se expresan en la columna y, finalmente, con preocupación por las afirmaciones temerarias que haces.
Comienzo por la afirmación temeraria. En esta “historia conocida”, según tú, instituciones como CooperAcción tienen como fin paralizar proyectos como Las Bambas. Entiendo que es lo que quieres decir cuando afirmas que: “el fin de estos grupos es paralizar el extractivismo. Lo dicen abiertamente en sus páginas web, en entrevistas”.
Recomiendas que revisen la página web de CooperAccion. No sé si tú lo has hecho. En todo caso y sin ningún inconveniente, te reto a que muestres en qué parte de la web de CooperAccion dice lo que insinúas que decimos.
Pero tu artículo presenta varios problemas conceptuales (estoy tratando de ser diplomático). Vamos por partes: hablando de lo ocurrido en Las Bambas y señalando que es historia conocida, dices que en Tambogrande, Cerro Quilish, Conga, Tía María, Santa Ana… en todos ha sucedido lo mismo”.
Para comenzar no está demás precisar que todos los proyectos mencionados tienen una diferencia sustantiva con Las Bambas. Esos proyectos no habían iniciado la fase de construcción; además, Tambogrande, Quilish, Santa Ana y Tía María (en su primera etapa), ni siquiera tenían EIA aprobado. Solo Conga y Tía María (en su segunda etapa) tenían el EIA ya aprobado.
Es un error homogenizar los conflictos. Todos los conflictos no son iguales. Como sabes, Las Bambas es un proyecto en etapa de producción desde inicios de este año y hasta donde conozco, nunca antes se ha paralizado un proyecto en plena producción. Además, la población no está buscando su paralización y nunca se ha opuesto al proyecto. Por supuesto que hay un conjunto de demandas que exigen que se atiendan y tienen una agenda que han venido planteando y que debería ser tratada con mayor interés y celeridad por las autoridades. Otra precisión: las demandas de las comunidades no son imposibles de cumplir.
Afirmar que todos los conflictos se deben a que un agitador o más, llegaron a la zona y listo, todo se vino abajo, es una afirmación tremendamente simplista, que se repite una y otra vez desde Lima con mucha ligereza, por personas que seguramente no conocen zonas como Cotabambas. Dicho sea de paso, con mucho gusto te invitamos a visitar Cotabambas para que converses directamente con las comunidades. Siempre es útil conocer el terreno, sobre todo para los que escriben desde la comodidad de una oficina en Lima.
Lo cierto es que nadie que conozca un poco de estos temas puede sostener con seriedad tu argumento. Incluso algunas empresas mineras les he escuchado diagnósticos bastante más elaborados que el que presentas. La tesis del complot que defiendes, aparte de superficial es tremendamente peligrosa: apunta a afirmar que detrás de los conflictos no hay ninguna agenda legítima y que -te cito- se trata de conspiradores. Grave error y si finalmente crees en la existencia de agenda ilegítimas deberías darte el trabajo de separarlas de las agendas totalmente legítimas, que sí existen.
Finalmente, no me queda claro qué entiendes por extractivismo. No queda claro si para ti es lo mismo extractivismo que, por ejemplo, un modelo simplemente extractivo. Lo menos que se puede decir es que en tu artículo confundes conceptos. El extractivismo es la apuesta por un modelo de extracción exacerbada de recursos.
Un ejemplo de modelo extractivista y depredador, es lo que pasa en la región de Madre de Dios. ¿Todo proyecto extractivo es extractivista? Por supuesto que no. Que yo sepa nadie en el mundo defiende hoy en día un modelo extractivista y espero que tampoco sea tu caso. Sería gravísimo.
Ya que has mencionado a CooperAcción, espero que esta respuesta se pueda publicar en Perú 21 sin recortes. Te hago llegar un saludo cordial, sin ningún tipo de disfraz, ni perfecto o imperfecto.
José De Echave C.
1] Me permito tutearte porque la última vez que me entrevistaste me pediste tutearme.
18 de octubre de 2016
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