Estado otorgó concesiones mineras en reservas
Una investigación periodística de La República reveló que el estado entregó concesiones mineras por un total de 200 hectáreas en zonas protegidas cuando ya se había declarado su carácter de intangibilidad.
En la Reserva Indígena Kakataibo Sur, reconocida en 2021, se encuentran las comunidades nativas de Santa Martha, Sinchi Roca I, Sinchi Roca II, Puerto Nuevo, Unipacuyacu y Puerto Azul.
Dentro de Unipacuyacu se identificó un pedido de concesión minera que se superpone con 400 hectáreas de la comunidad nativa, y otra solicitud de 100 hectáreas que cruza parcialmente la Reserva Indígena.
También se identificaron tres petitorios dentro del territorio titulado por la comunidad nativa de Puerto Azul, otros seis en sus bosques colindantes y en la zona solicitada como ampliación, y uno más que atraviesa la comunidad de Puerto Nuevo.
Unipacuyacu es el único de los pueblos kakataibo que no ha sido titulado. El trámite está encarpetado en el Gobierno Regional de Huánuco desde hace casi tres décadas.
Su territorio ancestral comprende 22.946 hectáreas, pero el tráfico de tierras, narcotráfico y tala ilegal los han arrinconado en el 0,01% de esta área.
La investigación centrada en la Reserva Kakataibo Sur muestra el hallazgo de 11 pistas de aterrizaje clandestinas, tres aeródromos ilegales, a menos de 12 kilómetros de distancia del Área de Conservación Regional a orillas del río Pozuzo.
Esta ubicación les permite conectar con caminos de trocha por las que se transporta la droga desde la capital de la provincia de Puerto Inca, señala la investigación.
El narcotráfico construyó su cuarta y quinta pista en el área de ampliación solicitada por Puerto Azul, mientras que un sexto aeródromo ilegal se ubica dentro de la comunidad nativa de Puerto Nuevo, en el límite con la Reserva Indígena Kakataibo Sur.
Las últimas cinco pistas están esparcidas dentro del área que logró titular la comunidad Santa Martha y del territorio que sus líderes reclaman como zona de ampliación.
Santa Martha fue la tercera comunidad kakataibo en obtener un título, pero desde 1992 indígenas y foráneos empezaron a parcelar y vender los lotes sin acreditar la posesión.
Así, parte del territorio que la comunidad de Santa Martha reclamaba fue entregado a Ricardo Cillóniz Champín, presidente ejecutivo de Corporación Aceros Arequipa, la principal siderúrgica del Perú.
Cillóniz y sus vecinos se convirtieron en dueños de estas tierras en el marco de la campaña de titulación masiva que impulsó el Gobierno Regional de Huánuco. Luego los dividió a favor de 13 personas: madereros, ganaderos y el mencionado empresario. (Tomado de Servindi)
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