EDITORIAL: LA POLÍTICA DE CONCESIONES MINERAS EN CUESTIÓN

    Desde el Geoportal de CooperAccion hemos llamado la atención sobre la evolución del número de hectáreas concesionadas en todo el país. En las tres últimas décadas, hemos hecho un seguimiento riguroso, identificando momentos de expansión, retrocesos y nuevas etapas de crecimiento.    

    Hay algunos departamentos que en la actualidad tienen más del 50% de su territorio ocupado por concesiones mineras. Siempre es bueno precisar que esto no quiere decir que toda esa área otorgada se va a convertir en una operación minera; sin embargo, las concesiones son derechos mineros vigentes, otorgados por el Estado peruano, que terminan presionando el territorio y a los propietarios de la superficie.

    En todos estos años hemos encontrado situaciones que podríamos calificar como absurdas. Algunos ejemplos: concesiones mineras otorgadas en el santuario nacional Tabacones Namballe (que en principio es intangible) o en la mundialmente famosa Montaña de 7 colores o Montaña Vinicunda, en Cusco, entre varios otros casos. En algunos de los ejemplos mencionados, nuestras denuncias lograron que las concesiones mineras fueran anuladas. Recientemente, hemos descubierto que el 60% del reservorio de Poechos, en Piura, está ocupado por concesiones mineras.

    El reciente conflicto en torno a la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) y las demandas de los propios pequeños mineros (informales e ilegales), también ha colocado sobre la mesa el tema de la concentración de las concesiones mineras: frente a la propuesta del ahora exministro Rómulo Mucho de crear zonas especiales para la pequeña minería y la minería artesanal, las asociaciones de mineros han señalado que ya no hay espacio porque todo está concesionado: en la actualidad son algo más de 20 millones de hectáreas ocupadas por derechos mineros a nivel nacional en las zonas con mayor riqueza geológica y apenas 15 empresas concentran el 80% de estas concesiones.

    En realidad, lo que se ha producido, desde la década del 90 del siglo pasado, es un proceso de acaparamiento de tierras nunca antes visto, a través de la política de concesiones: empresas de todo tamaño e incluso personas naturales que controlan concesiones mineras, subarriendan a terceros a cambio de un pago, regalía o la entrega de una parte de la producción. Muchos de estos convenios terminan en disputas que se resuelven en varias zonas de manera violenta.

    En la propuesta del exministro Rómulo Mucho se hablaba de entregar cuadrículas y que las concesiones mineras sean intransferibles, para que sean explotadas únicamente por el titular. Puede ser una pista. Se tienen que analizar diversas alternativas y hacer varios ajustes a la política de concesiones mineras para quebrar el acaparamiento extremo que se presenta en la actualidad.

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