EDITORIAL: ¿EN QUÉ SITUACIÓN SE ENCUENTRA EL EIA DEL PROYECTO TÍA MARÍA?
Los mensajes contradictorios sobre la situación del proyecto Tía María continúan. En el mensaje del pasado 28 de julio, Dina Boluarte dijo que Tía María era “una realidad”. Habría que preguntar qué significa “una realidad” para el gobierno.
El anuncio de la presidenta coincide con las versiones de los últimos meses de la propia empresa. Por ejemplo, a mediados de mayo, Raúl Jacob, vicepresidente de finanzas de la empresa Southern Perú Copper Corporation (SPCC), declaró que esperaban que el proyecto comience su construcción a finales de este año o en la primera mitad del 2025. Curiosamente, a los pocos días, un comunicado firmado por el representante bursátil del Grupo México, Álvaro Burga, señalaba que el inicio del proyecto no tenía fecha determinada. Posteriormente, el 29 de junio se filtró un memorando interno firmado por Oscar González Rocha, presidente ejecutivo del Grupo México, en el que se anunciaba el reinicio de actividades del proyecto Tía María a partir del 1 de julio de 2024. Algunos días después, la propia empresa anuncio que iba a realizar una modificatoria de su estudio de impacto ambiental (MEIA), lo que significa que están pensando hacer algunos cambios sustantivos al proyecto.
Un tema central es saber con exactitud cuál es la situación actual del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Tía María. ¿Por qué las dudas? En primer lugar, porque el EIA del proyecto Tía María fue aprobado mediante la Resolución Directoral N°392-2014-MEM/DGAAM el 1 de agosto de 2014. Ojo con la fecha: ya han pasado casi diez años y, como se sabe, en la actualidad la vigencia de un EIA es de cinco años.
Es cierto que la suspensión de la licencia de construcción tuvo consecuencias en la vigencia del EIA, pero habría que dilucidar la situación actual del EIA. Más aun cuando la Dirección General de Minería del Ministerio de Energía y Minas, respondiendo a la solicitud de una congresista, ha señalado (en el Informe N°0146-2024-MINEM/DGM, del pasado 1 de marzo) que la Evaluación de Impacto Ambiental se encuentra NO VIGENTE. Esta dirección general señala en el mencionado informe lo siguiente: “Del cuadro precedente, se verifica que el único titular del proyecto «Tía María» es la empresa minera SOUTHERN. Asimismo, con tres instrumentos de gestión ambiental, contando con el Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto de Explotación y Beneficio Minero «Tía María», aprobado mediante Resolución 392-2014-MEM/DGAAM del 1 de agosto de 2014 – NO VIGENTE-” [énfasis añadido].
El cuadro al que se hace mención es el siguiente:
La situación del EIA se encontraría directamente relacionada con lo dispuesto en el artículo 57 de la Ley 27446, Ley del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental, que indica que la certificación ambiental pierde vigencia si dentro del plazo máximo de 3 años posteriores a la emisión el titular no inicia las obras para la ejecución del proyecto. Sobre este tema, cabe señalar que el 6 de setiembre de 2018 se publicó el Decreto Legislativo 1394, que modificó la mencionada Ley del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (artículo 12), para establecer que la pérdida de vigencia de la certificación ambiental se da en un plazo máximo de cinco años.
Otro elemento importante del cuadro que acompaña este editorial es que el proyecto minero no cuenta con autorizaciones de exploración y/o explotación, y se confirma que a la fecha de la emisión del informe no se estaban tramitando autorizaciones para dicho proyecto: “ […] ; no obstante, no cuenta con las autorizaciones de exploración y/o explotación para el proyecto minero «Tía María», asimismo, no se encuentra tramitando autorizaciones de exploración y/o explotación para el proyecto Tía María” [énfasis añadido].
Las autorizaciones correspondientes deberían aclarar esta situación. Además, no hay que perder de vista que la institución que está facultada para declarar la caducidad de un EIA es el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (SENACE). Sería importante que el SENACE se pronuncie sobre este tema.
Lo cierto es que todo indica que Tía María está lejos de ser una realidad, tanto en materia de certificación ambiental como en los aspectos relacionados a lo que las empresas denominan como licencia social para operar: cada vez es más notorio que el rechazo al proyecto en el Valle de Tambo se mantiene. En este desorden y falta de claridad, preocupa es que se esté evaluando imponer el proyecto en contra de la voluntad de la gente de la zona.
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