Los resultados decepcionantes de la COP27 sobre cambio climático

COP27 sobre cambio climático
Foto: Kiara Worth. Tomada de https://news.un.org/

Ante la urgencia de la crisis climática, los gobiernos reunidos para la COP27 en Sharm El Sheik, Egipto, entre el 6 y el 20 de noviembre, volvieron a fracasar a la hora de afrontar los retos. La limitación fundamental sigue siendo que el acuerdo no especifica un plan con metas vinculantes para terminar con la combustión de hidrocarburos, principal fuente de los gases de efecto invernadero que causan el aumento de la temperatura global. Del lado positivo, en tanto, se logró un histórico paso con la creación de un fondo para enfrentar daños y pérdidas y se mantuvo la meta de limitar el calentamiento global a 1.5 grados.

Si bien no se logró incluir una referencia inequívoca sobre la necesidad de salir del uso de combustibles fósiles, incluyendo gas y petróleo (y no solamente el carbón) en la declaración final, el bloque de países que estaba a favor se mostró mas fuerte que nunca. La demanda fue liderada por India y la isla de Tuvalu (uno de los Estados insulares amenazados con la desaparición por el aumento del nivel del mar). También destacó el protagonismo importante de Colombia dentro del bloque de los países de América Latina y el Caribe. Se sumaron varios gobiernos que hasta hace poco se mostraban renuentes, incluyendo los miembros de la Unión Europea, Reino Unido, y algunos de los productores de hidrocarburos más importantes como Estados Unidos, Australia y Canadá.

Al final fue la resistencia de los petro-Estados autoritarios de Arabia Saudita y Rusia que impidió un consenso para incluir la salida de los hidrocarburos en la declaración. No ayudó el hecho de que más de 600 lobbistas de la industria petrolera estaban acreditados para la conferencia. El hecho que la próxima COP en 2023 se desarrollará en el petro-Estado de Emiratos Árabes Unidos deja sospechar que las maniobras para desviar la atención de este paso indispensable seguirán en marcha.

Del lado positivo, se celebra la creación de un fondo para daños y pérdidas, que debería ser alimentado por los países históricamente responsables por la gran mayoría de las emisiones de carbono, con el objetivo de aliviar y reparar los impactos del calentamiento global en los países mas vulnerables, como es el caso, por ejemplo, de las recientes inundaciones en Pakistán. Esto ha sido una lucha de larga data de los países del sur global y de la sociedad civil, mientras que los países del norte en las COP anteriores se habían negado a incluir el tema en la agenda.

El logro se ve relativizado, sin embargo, por el hecho de que se acordó únicamente la creación de un mecanismo de financiamiento, sin concretar como se alimentará el fondo. Además, se trata de un mecanismo completamente voluntario.

Otro tema importante en la COP era el desarrollo del Artículo 6 del Acuerdo de París, que crea la base para mercados de carbón, es decir, el negocio con certificados de reducción de carbono entre países. Estas negociaciones se encuentran frenadas por la complejidad de los detalles técnicos y no han avanzado mucho. Por ahora, se evitó el peor resultado, que sería la aprobación de mecanismos opacos y sin salvaguardias que garanticen el respeto a los derechos humanos y los pueblos indígenas.

Tomada de: https://news.un.org/

Este punto es sumamente importante para el Perú, país que se ha adelantado con acuerdos bilaterales de compensación de carbono (ver el acuerdo modelo con Suiza), al mismo tiempo que falla en reconocer la propiedad colectiva de los pueblos indígenas sobre sus territorios.

La presencia de América Latina en la COP fue marcada por un discurso fuerte del presidente colombiano Gustavo Petro. Su decálogo criticaba la lógica del mercado y la dominación de tecnócratas en las negociaciones, que encubren la vista a lo que esta en cuestión: la supervivencia de la humanidad ante una crisis de dimensión planetaria. Su demanda que el Fondo Monetario Internacional instale un programa de cambio de deuda por inversión en la mitigación de cambio climático resonó fuertemente entre los delegados.

Por otro lado, el presidente electo de Brasil, Lula da Silva, tuvo una recepción de superestrella. La aprovechó para marcar pautas para su gestión, anunciando un programa ambicioso para revertir la deforestación masiva de la Amazonía durante el periodo de Bolsonaro, la creación de un nuevo ministerio para pueblos indígenas, y la invitación de llevar a cabo la COP 2025 en la Amazonía brasileña.

La próxima megacumbre en materia del ambiente se dará del 7 al 19 de diciembre en Montreal, Canadá: La COP15 del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

29 de noviembre de 2022

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