CooperAcción presenta la «Guía de debida diligencia para actividades mineras» para promover una minería responsable en Perú
En el marco de su compromiso con la defensa de los derechos humanos y el ambiente, CooperAcción ha lanzado la «Guía de debida diligencia para actividades mineras», una herramienta orientada a fomentar una minería socialmente responsable y respetuosa de los derechos de las comunidades afectadas.
Esta guía ha sido elaborada gracias a los valiosos aportes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Centro Bartolomé de Las Casas de Cusco y la organización PODER de México. Juntos han contribuido a profundizar y enriquecer el contenido, tomando en cuenta las normativas internacionales y la realidad de las comunidades del corredor sur andino, en Perú.
La guía propone un enfoque ético para las actividades mineras, alineado con los principios establecidos en los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos de la ONU y las Líneas Directrices de la OCDE. En particular, hace un llamado a las empresas mineras a asumir su responsabilidad frente a los impactos sociales y ambientales generados por sus operaciones. La debida diligencia se presenta como un proceso continuo que debe ser parte integral de la gestión empresarial
Uno de los aspectos clave de la guía es el énfasis en la necesidad de transparencia, comunicación y respeto por las comunidades que habitan en las áreas de influencia de los proyectos mineros. CooperAcción resalta la importancia de construir relaciones de confianza con las poblaciones afectadas, asegurando su participación activa en los procesos de toma de decisiones, y garantizando que reciban información clara y precisa sobre los impactos de las actividades mineras.
Además, la guía aborda las vulnerabilidades específicas de ciertos grupos, como las comunidades indígenas y mujeres, que a menudo enfrentan mayores riesgos debido a los efectos de la minería. CooperAcción llama a las empresas a aplicar un enfoque de género y a proteger los derechos de estos grupos, siguiendo los estándares internacionales para garantizar su bienestar y dignidad.
La implementación de la debida diligencia también incluye la creación de mecanismos de reparación eficaces para las comunidades afectadas. Las empresas mineras deben ser responsables de reparar los daños causados por sus operaciones, asegurando que las víctimas tengan acceso a procesos de reparación justos y transparentes.
Finalmente, la «Guía de debida diligencia para actividades mineras» resalta la necesidad de un marco regulatorio nacional que obligue a las empresas a adherirse a estos principios. Aunque actualmente los estándares internacionales son mayormente voluntarios, CooperAcción considera urgente avanzar hacia normativas que aseguren el cumplimiento de los derechos humanos y ambientales en todas las operaciones mineras.
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