¿CELEBRANDO EL DÍA MUNDIAL DEL AGUA?
El 22 de marzo pasado se celebró el Día Mundial del Agua, fecha declarada por las Organización de Naciones Unidas (ONU)[1], que tiene por finalidad “dar a conocer la importancia de los recursos hídricos del planeta y apoyar las iniciativas mundiales orientadas a brindar a todas las personas en el mundo acceso al agua potable”..
Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), un tema alarmante que ha surgido en nuestro país en los últimos tiempos es la disminución de la calidad del agua “debido al vertimiento de la industria, la minería ilegal y pasivos ambientales localizados en las nacientes de las cuencas, así como, por las aguas que ha sido usadas por las municipalidad y la agricultura. De los 62 ríos costeros se sabe que 16 están parcialmente contaminados con plomo, manganeso y hierro”.[2]
Sabemos que en Lima, las aguas del río Rímac (nuestra principal fuente de abastecimiento) recibe más de 170 descargas contaminantes de origen industrial, doméstico, agropecuario y minero. Según el Vice Ministro de Construcción y Saneamiento, Francisco Dumler Cuya, los análisis realizados muestran que en el río Rímac se “…sobrepasan los límites máximos permisibles establecidos en los Estándares de Calidad Ambiental para agua (ECA), siendo el río Huaycoloro uno de los puntos de mayor contaminación. La presencia de metales pesados y arsénico en este recurso hídrico es elevado”.[3]Es decir, tenemos un río muy enfermo que tiene la suerte de tener una planta de tratamiento operada por SEDAPAL, que se encarga de devolverle la vida y que podamos seguir viviendo de sus aguas.
Pero en zonas altas de la sierra de nuestro país ¿qué sabemos de la calidad de las aguas de consumo humano? ¿Se tiene información sobre ello? En provincias en conflictividad, ¿qué se sabe? Probablemente poco o casi nada.
Por ejemplo, en el caso de la Provincia de Espinar (Región Cusco), el Informe del Monitoreo Ambiental Sanitario Participativo, realizado en 15 comunidades campesinas, evidencia que la población consume agua directamente de fuentes superficiales, de manantiales, agua entubada, piletas, reservorios, entre otros. Además, el análisis realizado en estas fuentes y/o suministros de agua de consumo humano encontró presencia de metales pesados como aluminio, arsénico, hierro, mercurio y plomo, que superan los Estándares de Calidad Ambiental (ECA), fijados en las normas vigentes. A esto, debe sumarse la presencia de sólidos totales disueltos y coliformes.[4]
De los 58 puntos de monitoreo analizados en Espinar, se identificaron que en 41 puntos por lo menos un parámetro superaban las normas vigentes. Es decir, un 70% presentaba algún tipo de contaminación, principalmente metales pesados. El origen de esta contaminación, será materia de otro artículo. Y pensar que cuando las comunidades campesinas reclamaban que el agua de consumo humano estaba contaminada, algunos respondían que eran simples especulaciones.
En conclusión, podemos afirmar que tanto Lima como en provincias -Espinar es una prueba de ello- tienen fuentes de abastecimiento de agua de consumo humano con niveles de contaminación que afectan la salud de las personas. La gran diferencia es que las comunidades campesinas no tienen acceso al agua tratada.
Esperemos que las acciones anunciadas por el gobierno central sirvan para remediar esta problemática y disminuir esta asimetría entre peruanos.
[1]Esta fecha fue declarada por la ONU en diciembre de 1992.
[2]Portal de la FAO:http://www.fao.org/nr/water/aquastat/countries_regions/per/printesp1.stm
[3]Tomado del diario La República.http://www.larepublica.pe/20-03-2015/mas-de-170-descargas-contaminantes-afectan-aguas-del-rio-rimac
[4]Página 114 del Informe Final Integrado de Monitoreo Sanitario Ambiental Participativo de la Provincia de Espinar.
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