Bancos europeos invierten millones en minerales

    El afán de Europa por asegurar materias primas para la transición verde termina fomentando violaciones de derechos humanos y daños ambientales. Así lo revela un reciente informe de Oxfam, Fair Finance International y 11.11.11, donde se expone que los bancos europeos invierten casi 8 mil millones de euros anuales en minerales críticos, sin tener salvaguardas.

    “La transición energética limpia de Europa se financia a costa de su historial de sostenibilidad, y la UE también está debilitando las mismas salvaguardias diseñadas para evitarlo. […] La transición verde requiere financiación responsable, no inversión a ciegas”, señaló Femmy Thewissen de 11.11.11.

    Ante esta situación, el informe insta a la Unión Europea (UE) a dejar de diluir normas de sostenibilidad y debida diligencia, exigir responsabilidades a bancos e inversores para que no financien proyectos vinculados a abusos, e introducir el consentimiento libre, previo e informado en la legislación europea relativa a minería.

    El informe ‘Financing Critical Minerals but Failing Critical Safeguards’, revela que esta inversión ciega llega a empresas mineras con vínculos de violaciones de derechos humanos, contaminación y acaparamiento de tierras.

    De esta forma, el informe expone el impacto oculto de la ‘agenda verde’ de la Unión Europea (UE) en medio de un contexto de desmantelamiento de sus normativas de sostenibilidad.

    Como remarca la investigación, las cadenas de suministro de la ‘energía verde’ están plagadas de contaminación y conflictos sociales, como parte de un sistema con normativas laxas que exime de responsabilidad a inversores europeos.

    El estudio analiza a ocho de los mayores bancos e inversores de la UE en relación con sus salvaguardas, entre los que se encuentran BNP Paribas, Crédit Agricole, Allianz, ING y Banco Santander.

    De esta forma, presenta que entre 2016 y 2024 los préstamos y servicios de suscripción a empresas mineras que extraen materias primas como litio, níquel y cobalto, sumó un total de 64 mil millones de euros.

    Paralelamente, inversores poseen 15 mil millones de euros en bonos y acciones de empresas mineras.

    La investigación rastrea a bancos e inversores vinculados a cuatro operaciones mineras con vínculos a abusos ambientales y de derechos en la República Democrática del Congo, Mozambique, Brasil y Perú.

    En Brasil, el BNP Paribas posee acciones en Sigma Lithium, una empresa de litio verde que cuenta con cuestionamientos por el desvío de fuentes de agua, contaminación y afectaciones a la infraestructura de casas de moradores cercanos.

    En Perú, se expone el caso de Glencore, operadora de la mina de cobre Antapaccay, proyecto cuya contaminación al aire y vías fluviales con metales tóxicos ha sido comprobada.

    En R.D. Congo, empresas propietarias de la mina de cobre y cobalto de Kamoa-Kakula Allianz han recibido inversión de BNP Paribas y Crédit Agricole.

    En Mozambique, inversores europeos financian la mina Balama, donde comunidades denuncian la contaminación de fuentes de agua y que han tenido que abandonar sus hogares y granjas sin compensación justa.

    “Estas instituciones invierten dinero en empresas que no han cumplido sus promesas, contaminan el agua y desconocen los derechos humanos de los pueblos indígenas”, señaló Yovana Mamani de CooperAcción. (Tomado de Servindi)

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