Áncash: agua de los ríos Santa y Tablachaca no apta para el consumo humano por contaminación minera
El gobierno regional de Áncash declaró el domingo 25 de agosto al agua de los ríos Santa y Tablachaca “no apta para el consumo humano”, tras haber realizado una investigación que reveló que contiene elevados niveles de hierro, arsénico y manganeso, derivados de la actividad minera.
Esto ocurre dos semanas luego de que se produjera el incidente que ocasionó la contaminación del río La Plata ―uno de los afluentes del río Santa, en la región Áncash― con desechos provenientes de una antigua concesión minera. Finalmente se conocen los resultados de las muestras de agua que se tomaron para determinar el impacto de este desastre.
A principios de agosto, estos ríos presentaban agua anaranjada, lo que alertó a la población, por lo que tanto el gobierno regional como organismos ambientales tomaron muestras para evaluar el estado de los parámetros fisicoquímicos y metales pesados.
Los resultados de la primera muestra, tomada en el río Santa, mostraron que hay niveles elevados de hierro y arsénico, que superan los Límites Máximos Permisibles (LMP). La segunda fue tomada en el río Tablachaca, en la provincia de Pallasca, y mostró niveles elevados de hierro, arsénico y manganeso, además de la turbiedad del agua, que sobrepasa los Estándares de Calidad Ambiental (ECA).
El río Tablachaca se encuentra en la provincia de Pallasca (Áncash) y forma parte de la cuenca hidrográfica del río Santa, que provee de agua al Proyecto Especial Chavimochic (PECh) para el consumo del 55% de la población de Trujillo.
También se revela que la comunidad más afectada es la de Chuquicara, pues su fuente de agua ―el río Tablachaca― tiene alta concentración de arsénico, hierro y manganeso. En este caso no solo se hizo la recomendación de que se encuentre un tratamiento adecuado para el agua, sino que también se añade “en caso contrario, una nueva fuente para el abastecimiento de agua de consumo humano”.
Cuando se difundieron las imágenes del agua anaranjada, el ministro de Ambiente de Perú, Juan Carlos Castro, señaló a la “minería ilegal” como fuente de la contaminación. El funcionario aseguró a RPP que ya se controló el flujo de aguas contaminadas, que provenían de la Bocamina 1464, ubicada en el distrito de Pampas, en Áncash.
El funcionario precisó que, según informes de la empresa pública Activos Mineros SAC (AMSAC), estas bocaminas están inactivas desde el 2015, por lo que piensan que han sido tomadas por mineros informales que operan en la zona.
De hecho, AMSAC ha recordado que ya había denunciado con anterioridad un incremento de la minería informal en esta área y que esta actividad ilícita manipula los materiales mineros “sin el cuidado debido”.
Este río, que desemboca en el río Santa, abastece el consumo humano y agrícola de áreas de Áncash y La Libertad, y como medida preventiva, grandes proyectos agrícolas dispusieron el cierre de compuertas de tomas de agua.
Este hecho debe poner alertas en todo el país de la necesidad de abordar la gestión de los pasivos mineros, sobre todo de los reservorios de relaves mineros que son una amenaza permanente a las fuentes de abastecimiento de agua potable de las comunidades y ciudades, así como los proyectos de irrigación.
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