AMARTEMM gana primer puesto en el concurso “IX Premio Nacional de Diseño de la Artesanía Peruana: Innovación de la Artesanía”


Foto: CooperAcción
Amartemm, la Asociación de Mujeres Artesanas Tejedoras de junco de Medio Mundo, Végueta, se ha llevado el primer puesto a nivel nacional del concurso «IX Premio Nacional de Diseño de la Artesanía Peruana: Innovación en la Artesanía» convocado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. La propuesta presentada por Yolanda Osorio de AMARTEMM y Valeria Moreno, diseñadora profesional, que consiste en un reloj de junco con motivos prehispánicos, ha competido junto a 148 propuestas artesanales de 18 regiones del país y se ha llevado el primer lugar. También participaron Vero Blas de ArteChancay y Herminda Horna de los humedales Laguna El Paraíso, con excelentes propuestas artesanales en junco.

Foto: CooperAcción
El triunfo de Yolanda de AMARTEMM es el triunfo de todas las mujeres artesanas de la región Lima, es el triunfo de las artesanas de Paraíso, Huando, Huaral, Chancay, San Antonio, Cañete, Huacho y Huaura porque Yolanda ha representado a todas las mujeres que se dedican con convicción y con entusiasmo a tejer con las manos y con el corazón esta gran fibra vegetal que crece en la Albufera de Medio Mundo y Paraíso, lugares privilegiados de donde sale el mejor junco del país.
Tejer el junco, mantener esta sabiduría ancestral, es una importante labor que contribuye a conservar los humedales costeros porque nos permite ver y revalorar la importancia de proteger estos espacios naturales por las oportunidades económicas que brindan a las comunidades costeras y principalmente a mujeres.
Enseñar a otras mujeres a tejer junco, enseñarles a niñas y niños, es una estrategia fundamental que ha permitido que esta sabiduría persista y que los humedales sean defendidos y conservados. Y las artesanas de AMARTEMM lo han venido haciendo a través de la Escuela de la Artesana desde hace tres años, cuando nadie creía que iba a funcionar. Hoy, en Huaral, Chancay, Paraíso, Huando, San Antonio, Chimbote, Virú, Huancaquito, Mala, se teje junco y diversas instituciones educativas de primaria y secundaria han empezado a incorporar en sus actividades curriculares el tejido con esta fibra y la protección de los humedales.
Por eso creemos que este importante logro de las mujeres artesanas tejedoras de junco de la región Lima debe motivar y obligar a las autoridades locales y regionales a apoyar la producción y emprendimiento artesanal como un pilar fundamental de sus políticas públicas de generación de oportunidades. Las mujeres artesanas están dando lecciones de cómo contribuir y hacer política pública de fomento artesanal y de protección de sus humedales poniendo su mejor esfuerzo, difundiendo el arte y la sabiduría de las tejedoras de la región Lima y de la costa central, y dándole el valor que esta práctica cultural valiosísima merece tener dentro del conjunto de expresiones artesanales que constituyen y dan forma a nuestra identidad nacional.
Como CooperAcción estamos orgullosos de las artesanas de junco. En todo este tiempo hemos aprendido de ellas y ha sido un privilegio haberlas acompañado en sus sueños, sus visiones, sus dificultades, sus descontentos y principalmente en los logros y triunfos que poco a poco han ido ganando en los espacios locales, regionales y nacionales.
Este premio nacional, este primer puesto, es también un agradecimiento y reconocimiento a todas las instituciones y personas que creyeron en ellas, no desde ahora, sino desde muy atrás, desde antes que CooperAcción iniciara este valioso y aleccionador proceso de acompañamiento. Y les agradecemos a las artesanas por habernos dado la oportunidad de acompañarlas. Sinceramente, ¡muchas gracias!
Y siéntanse orgullosas y orgullosos de las artesanas de junco de la región Lima, de las “Maestras del Junco”. Adquieran sus productos artesanales que son totalmente ecológicos. Y cuando vayan a un humedal costero recuerden que de esos impresionantes y valiosos ecosistemas salen las artesanías más ecológicas de todos los rubros artesanales conocidos actualmente. Y claro, si alguien tiene la autoridad para enseñarnos cómo enfrentar el calentamiento global, pues son precisamente las artesanas y sus productos de fibra vegetal.
Por eso, este logro nos motiva como CooperAcción a renovar nuestro compromiso con las artesanas y a ampliar ese gran programa formativo dirigido y liderado por ellas: La Escuela de la Artesana, para que más mujeres, niñas y niños, aprendan a tejer junco, a preservar esta sabiduría, y también construyan una nueva relación de reciprocidad con la madre Tierra a partir de la defensa, cuidado y conservación de los humedales costeros.
¡Feliciten y abracen a las artesanas de junco!
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