Alertan que minería ilegal devasta el río Yuyapichis y amenaza la estación científica Panguana

La minería ilegal de oro avanza de manera alarmante en la Amazonía peruana, trasladándose desde Madre de Dios hacia la zona central, específicamente en el río Yuyapichis, en Huánuco. Así lo denuncia un artículo de Andreas Baumgart, publicado por Vigilante Amazonico.

    Esta actividad ha devastado en pocos meses gran parte del cauce y las riberas del río, destruyendo hectáreas de bosque primario y amenazando gravemente la Estación Científica ACP-Panguana.

    El paisaje ha sido transformado en un «paisaje lunático» lleno de cráteres. La vegetación de la orilla opuesta al río ha desaparecido por completo. El uso de mercurio y otras sustancias tóxicas ha envenenado las aguas, eliminando toda la vida acuática y haciendo el agua no potable. En semanas, se han excavado 36 kilómetros del curso fluvial.

    Más de 30 excavadoras operan día y noche, habiendo violado los límites de la reserva Panguana y acercándose a pocos metros de la estación de investigación.

    La reserva natural Panguana, dirigida por la reconocida bióloga germano-peruana Juliane Diller, se encuentra bajo una grave amenaza. La Fundación Panguana ha presentado siete denuncias ante la Fiscalía Ambiental de Ucayali y ha solicitado ayuda a todas las autoridades competentes, pero la respuesta estatal ha sido insuficiente.

    La minería ilegal cuenta con el apoyo de algunos sectores de la comunidad indígena Nuevos Unidos Tahuantinsuyo, con quienes Panguana mantuvo una relación cordial por décadas. Los mineros operan desde el pueblo vecino de Pampa Verde y han enfrentado con violencia las operaciones de control, atacando incluso a la policía y amenazando de muerte a empleados de la estación.

    El abogado de Panguana, César Ipenza, denuncia la infiltración de estos grupos criminales en las altas esferas del poder, lo que garantiza su impunidad. Mientras las fiscalías ambientales carecen de recursos básicos, los mineros operan libremente.

    Ante la ineficaz protección estatal, Panguana se ha visto obligada a contratar seguridad privada. La fundación hace un llamado urgente a la comunidad nacional e internacional para ejercer presión sobre las autoridades peruanas y alemanas, recordando el compromiso de ambos países con la protección de la Amazonía, establecido en la alianza climática de 2022. La destrucción del Yuyapichis es una tragedia ambiental con repercusiones globales (con información de Vigilante Amazónico).

    Compartir: