Políticas a la deriva: ¿Tiene futuro la protección de la Amazonía y de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial?

Foto de Santiago Torres

El 26 y 27 de junio de 2024, indígenas en aislamiento voluntario Mashco piro que habitan la reserva territorial Madre de Dios salieron del bosque para dejarse ver una vez más desde el puesto de vigilancia instalado en la comunidad Monte Salvado[1]. Como en otras oportunidades pidieron alimento y algunos objetos de uso doméstico.

Lo particular de esta salida fue que lo hicieron en un número mayor a lo usual: 24 el primer día y 52 en el segundo. Luego de ello, ya no se les vio nuevamente, probablemente se deba a que se asustaron con la avioneta que sobrevoló su territorio por disposición de las autoridades peruanas. Pero al margen de ello, la pregunta que nos hacemos es cuál fue la razón de esta nueva salida más numerosa.

Imagen: La República

¿Quiénes son los Mashco piro, donde habitan?[2]

Los Mashco piro son un pueblo indígena en aislamiento voluntario que habita en los departamentos de Ucayali y Madre de Dios, principalmente, en los territorios de tres reservas constituidas para su protección: La reservas indígenas de Murunahua y Mashco Piro en Ucayali y la reserva territorial Madre de Dios en Madre de Dios.

Por ser semi nómades también recorren y se asientan temporalmente en otras zonas. Así pues, se suelen desplazar y asentar temporalmente en las áreas naturales protegidas cercanas.

La decisión de aislamiento de este pueblo se habría dado debido a la explotación que sufrieron de parte de los caucheros que en muchos casos llegó a situaciones de esclavitud. Además, su población habría sido diezmada significativamente por las epidemias que llegaron con ellos.

¿Bastan las reservas para garantizar la vida de los pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial?

Estos pueblos se desplazan en territorio amazónico por grandes corredores en búsqueda de alimento. Ante el creciente afán extractivista se ha tratado de asegurarles condiciones de existencia en ciertos territorios llamado reservas territoriales o indígenas. Pero ello no es suficiente, ya que la presión de estas actividades sobre la Amazonía impacta sobre el conjunto de este bioma, es decir, rompe el equilibrio existente en el bosque, lo depreda y hace que el alimento escasee en todo lugar.

Este mapa visualiza las concesiones sobre recursos naturales dadas por el Estado peruano y las carreteras existentes y proyectadas, en el territorio que rodea la reserva territorial Madre de Dios.  Lo que no se visibiliza en el mapa, es el espacio que ocupa los taladores y mineros ilegales; narcotraficantes, traficantes de tierras que lo invaden todo sin el menor escrúpulo.  A ello se añade, las pistas de aterrizaje y las carreteras clandestinas que éstos han construido, las cuales son un signo muy claro de la falta de control territorial del Estado en esta zona.

Como vemos, en estos lugares queda muy poco espacio libre. Casi todo ha sido dispuesto ya por el Estado. Esta situación se puede incrementar significativamente, si consideramos que las carretas proyectadas y clandestinas, son y serán una puerta abierta para la llegada de nuevos actores que querrán hacerse del bosque y explotarlo de alguna manera, algo que el Estado es incapaz de controlar.

También es muy preocupante las consecuencias que pueda tener la aplicación de la modificación de la ley forestal porque incentiva el cambio de uso de suelo impunemente. Pero también el dictamen que aprobó la Comisión de Energía y Minas y que fue promovido por el congresista Salhuana, actual Presidente del Congreso de la República y abogado vinculado a los intereses de mineros informales e ilegales. Este dictamen busca otorgar nuevas concesiones a mineros “informales” en Madre de Dios. Nos preguntamos, en este espacio tan presionado por actividades legales e ilegales, qué significa que se abra la posibilidad de nuevas concesiones otorgadas por el Estado.

Sobre la lucha contra la minería ilegal, la presidente ha señalado en su discurso presidencial que el 2023 su gobierno realizó 729 interdicciones y que en lo que va del año se habrían ejecutado 481. La pregunta que habría que hacerle es por qué la minería ilegal sigue creciendo de forma imparable. Al parecer no basta realizar interdicciones dispersas y aisladas para detener su crecimiento. Lo que suele pasar es que ésta se desplaza de un lugar a otro y se recompone, es un tiempo muy corto, ya que plata no le falta.  Entonces habría que preguntarnos, si realmente hay voluntad política para proteger a la Amazonía y con ella a los pueblos en aislamiento o contacto inicial, o solo importa aquello que ofrece ganancias. ¿Estamos llegando ya a la mercantilización de la vida en todo el sentido de la expresión?


[1] Existe otro puesto de vigilancia que se ubica en la comunidad Diamante, para el lado del Río Madre de Dios.

[2] https://bdpi.cultura.gob.pe/pueblos/mashco-piro

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