Dos años del derrame de Repsol: Pescadores pierden más de 149 mil soles al año porque aún no pueden volver a pescar

A dos años del derrame de más de 13 000 barriles de petróleo de Repsol en el mar peruano, miles de pescadores no han podido volver a pescar. En términos económicos, esto supone una pérdida de 149 714 soles (unos 40 000 dólares americanos) por cada familia pescadora afectada por el derrame en las costas de Lima, según un nuevo estudio de CooperAcción con apoyo de Oxfam en Perú.

A 2 años del derrame, sigue pendiente una agenda de limpieza de las playas y afectaciones a los derechos. Imagen: Rocío Romero

Las huellas del peor desastre ecológico no han desaparecido. Según la Dirección General de Capitanías y Guardacostas del Perú (Dicapi), la empresa no actuó con debida diligencia para el monitoreo, control y combate del derrame. En consecuencia, aún hay petróleo, por encima de los estándares de calidad ambiental, en el mar de Ventanilla y en el fondo marino de diversas playas en Aucallama, Chancay y Huacho, según la evaluación del OEFA a agosto del 2023. Además, al menos 25 de las 30 playas de baño y recreación afectadas siguen contaminadas, según el Ministerio de Salud.

La contaminación impide que las familias pescadoras puedan retomar sus actividades, perdiendo al mes 11 902 soles (unos 3214 dólares americanos), según el estudio Revelando el daño: Valorización económica de la pérdida para las familias pescadoras afectadas por el derrame de Repsol en la costa de Perú de CooperAcción.

Además, el estudio, a cargo de la economista Kely Alfaro, identifica 31 especies de pesca afectadas, casi el doble que la cifra que la empresa española presentó en la mesa de diálogo con asociaciones de pescadores entre marzo y abril del 2023. Entre las especies de mayor importancia para la pesca están la lorna, la chita, el pejerrey, el lenguado, la corvina y la lisa.

“Estamos viendo que una generación de especies se ha muerto, no sabemos si al final de todo esto va a ser como antes del ecocidio”, afirma Luis Díaz Barroso, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales del distrito de Aucallama. “Sentimos que ha sido un daño integral, entonces, requerimos una reparación integral”.

Ni compensación ni remediación

A dos años del desastre no hay a la vista una reparación justa para los pescadores afectados. A pesar de que Repsol asegura haber compensado al 98% de afectados, las asociaciones de pescadores siguen exigiendo compensaciones justas.

Los montos de compensación, firmados en acuerdos con la empresa, oscilan entre 50 000 y 70 000 soles y se tratan de pagos únicos, es decir, que es el único compromiso de pago de Repsol, según IDL-Reporteros. Esto representa el 25% aproximadamente de lo que deberían recibir las familias afectadas, según el estudio de valorización económica de CooperAcción.

Además, la firma de dichos acuerdos ha sido calificada de abusiva por los pescadores pues se dio en un contexto de alta necesidad de las familias que perdieron su principal medio de vida. Por su parte, la Defensoría del Pueblo aseguró que no hubo trato justo con las personas afectadas en el proceso de negociación de compensación.

“Es necesario que la empresa mejore sus prácticas de relacionamiento con los pescadores y que el Estado garantice sus derechos. No es posible que pasado dos años no haya información sobre las consecuencias y el tiempo para la recuperación del mar que permita a los pescadores volver a su trabajo”, sostiene Miguel Levano, coordinador de Programas y Alianzas en Oxfam en Perú. “Tampoco es posible que los pescadores no puedan recibir una compensación justa. Esta práctica contraviene los estándares internacionales en materia de empresas y derechos humanos”, agregó.

A 24 meses del desastre tampoco se sabe cuándo Repsol va a remediar el daño ocasionado en el mar peruano. Los 18 planes de remediación de la empresa española han sido observados por el Ministerio de Energía y Minas por no cumplir con los criterios para su admisibilidad. Tan solo 9 planes han pasado a ser subsanables, pero todavía no existe un plan aprobado que cumpla con todos los criterios técnicos requeridos para constituirse en un plan de rehabilitación.

“La rehabilitación de los ecosistemas dañados no puede ser postergada y debe ser asumida por Repsol como responsable directo del desastre”, aseguró Alejandro Chirinos, coordinador del Programa Gobernanza Marino Costera de CooperAcción. “La postergación de la remediación solo ahonda aún más la crisis social y ambiental en la zona afectada. Recordemos que los pescadores afectados llevan dos años sin poder trabajar y la sensación de incertidumbre general que se ha instalado está generando impactos en la salud emocional de las familias afectadas”.

Puedes leer y descargar el estudio aquí: https://shorturl.at/boFLX

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