La anchoveta y la importancia en la pesca artesanal: un futuro sin pesca

Foto de Joe Infante

Por Antony Apeño y Joe Infante

La anchoveta es un pez de talla pequeña que según reportes históricos puede alcanzar hasta los 20 cm. de longitud máxima. Vive en aguas frías cuyas temperaturas están entre 16°C a 23°C en verano y entre 14°C a 18°C en invierno[1]

Imagen: PQS

La anchoveta es una especie clave en los distintos ecosistemas marinos del litoral peruano. Esta especie es quizás el principal pilar de cadena trófica del mar peruano, posee una dieta basada en plancton, siendo las diatomeas, los eufáusidos y los copépodos sus presas más recurrentes. Esta especie se puede considerar como la zona central de un reloj de arena, ya que, es la que capta la energía que genera la productividad primaria y secundaria (plancton), y la pasa a los niveles superiores de la cadena trófica (depredadores)(Fig.1). Uno de los grupos faunísticos que consume gran cantidad de anchoveta son los peces, entre las especies que más consumen anchoveta están Trachurus murphyi “jurel”, Scomber japonicus “caballa”, Sarda chilensis chilensis “bonito” y Coryphaena hippurus “perico”[2]; especies importantes para la pesca artesanal.

Esta especie se extrae en todo el litoral peruano. Según El ministerio de la Producción, durante la primera temporada de pesca industrial de anchoveta del 2022, hubo una mayor descarga en Chimbote, Callao, Coishco, Malabrigo, Chancay, Paracas-Pisco, Supe, Végueta, Tambo de Mora, Carquín, Bayobar y Samanco.[3] La anchoveta es sumamente importante para la sostenibilidad de la biodiversidad marina, el consumo humano, la pesca industrial y para la pesca artesanal. En este camino el estudio realizado por Jiménez (2017), nos permite conocer cuáles podrían ser el impacto que se genera en otras especies de peces producto de la pesca de anchoveta (pesca incidental de especies asociadas a la anchoveta); se ha reportado que 52 especies de peces se encuentran asociados a la anchoveta[4].

La anchoveta se ha convertido en una especie fundamental en el Perú desde tiempos pre inca. Prueba de ello, es el registro de la utilización de este recurso por los antiguos pobladores de civilización Caral. La anchoveta era usada para el intercambio de otros recursos como alimentos y algodón,[5] y es el pez que más se encontró en Caral. Según registros el 74% de los peces encontrados en los sitios arqueológicos de Caral era anchoveta, y el 26 % pertenecían a la sardina, Lorna, entre otras;[6] Es decir, se demuestra la importancia de la anchoveta para la pesca artesanal desde la época de la antigua civilización Caral.

Hay que mencionar que, según testimonios recogidos de pescadores artesanales de Végueta, Caleta Carquín y Huacho, la pesca de la anchoveta les ha permitido tener trabajo fijo cuando se abrían las temporadas de pesca en el año, autorizadas por el Ministerio de la producción. Y la pesca de la anchoveta no solamente es para vender en mercados, venta ambulatoria o restaurantes, sino también permite el consumo de ellos mismos y sus familias. Los pescadores conocen que la anchoveta contiene vitaminas y proteínas que ayudan al crecimiento y desarrollo de sus hijos menores. Sin embargo, cuando han ocurrido eventos naturales como el Fenómeno El Niño, la anchoveta ha escaseado, o se encuentran anchovetas en estado juvenil al momento de pescarlas. Esta situación los ha perjudicado y han tenido que migrar a la captura de otras especies. Como ellos dicen, “pescamos lo que el mar nos da”[7]

Imagen: Mis peces

Pescadores de Huacho y Végueta nos comentaban que es importante proteger la anchoveta porque es el alimento de otras especies marinas y de algunas aves. Si la anchoveta escasea, especies marinas como el bonito o jurel, por mencionar dos ejemplos, pueden irse a otros lugares en busca de alimentos o morir de hambre. También mencionan que no se debe pescar anchoveta en estado juvenil. Se debe esperar a que crezcan, sean adultas y con mayor tamaño. Están en contra de la depredación de la anchoveta. Ellos, como pescadores artesanales de pequeña escala, tratan de respetar las tallas mínimas de pesca. Y esperan que el ministerio de la producción no abra la temporada de pesca en lo que resta del año 2023.

A pesar de que la anchoveta es un recurso hidrobiológico que puede resistir los cambios en las condiciones climáticas de sus hábitats, y que ha soportado eventos naturales como el Fenómeno El Niño a lo largo de la historia, es absolutamente necesario recordar que la suma de impactos como variación en las condiciones ambientales, la sobreexplotación y su depredación podría ocasionar daños irreparables a la reproducción natural de la especie. De esta manera, estaría impactando no solamente al humano, sino también a otras especies marinas que dependen de ella como fuente principal de su alimentación.

Es necesario una estrategia para la conservación de la anchoveta, ya que, si bien es cierto es un recurso fundamental para la economía peruana, podemos estar dirigiéndonos a un punto irreversible donde la anchoveta desaparezca de nuestro mar por un buen tiempo o simplemente lo haga para siempre. Es importante que el sector de pesca industrial entienda el impacto que puede ocasionar en la anchoveta, pescar hoy puede significar no pescar más en el futuro.


[1]http://www.imarpe.pe/imarpe/archivos/articulos/imarpe/recursos_pesquerias/adj_pelagi_adj_pelagi_anch_mar07.pdf

[2] Auger, A. (2020). Recopilación anchoveta (bibliográfica de la trama trófica de la Engraulis ringens) en la zona norte de Chile: presas y depredadores Centro de Investigación Aplicada del Mar S.A. (CIAM). p. 48.

[3] https://andina.pe/agencia/polic%C3%ADa%20nacional%20del%20per%C3%BAandina.pe/agencia/noticia-anchoveta-se-capturaron-234-millones-toneladas-temporada-pesca-902919.aspx

[4] Jiménez J. (2017). Evaluación de la diversidad taxonómica y funcional de la ictiofauna asociada a la anchoveta Engraulis ringens) en el mar peruano entre marzo y abril del 2017. Tesis para optar al título profesional de bióloga con mención en Hidrobiología y Pesquería. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 166 pp. https://hdl.handle.net/20.500.12672/6895

[5] Ruth Shady, “La civilización Caral: Sistema Social y Manejo del territorio y sus recursos. Su trascendencia en el proceso cultural andino”, Boletín de Arqueología PUCP, N.10. (2006), 62-63.

[6] Ruth Shady, “Caral-Supe, la civilización más antigua de América,” Investigaciones Sociales, Año 5, n.9. (2002), 62-63.

[7] Testimonio de pescador artesanal de la Caleta San Martín de Végueta.

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