Newmont y Yanacocha

Se ha anunciado la venta de la participación de la empresa Buenaventura en la mina Yanacocha (Cajamarca), lo que representa el fin de una etapa que ha tenido varios capítulos complicados que forman parte de la historia reciente de la minería en el país.

Imagen: El comercio

Yanacocha comenzó a producir el año 1993. Si queremos poner fecha al inicio del proceso de expansión minera de las tres últimas décadas en el Perú, esta es el inicio de producción de este proyecto, que fue la primera operación a gran escala en Cajamarca. Hasta antes de Yanacocha, los principales productores de oro en el Perú eran los lavaderos y pequeños productores mineros. Con Yanacocha, de golpe, el Perú pasó a convertirse en el primer productor de oro de América Latina y el cuarto a nivel mundial, además, con los más bajos costos de producción.

Yanacocha también significó el paso a las grandes ligas del Grupo Buenaventura de la familia Benavides. Hasta antes de Yanacocha, el Grupo Buenaventura era un conglomerado de minas de solo mediana escala, principalmente en departamentos como Huancavelica y la sierra de Lima. Yanacocha fue para Buenaventura, literalmente, una mina de oro y un enorme salto empresarial inesperado.

En un inicio, la distribución de las acciones de Yanacocha era como sigue: Newmont 38%, Buenaventura 32.30%, Bureau des Recherches Geologiques et Minieres (BRGM) 24.70% y la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, con 5%. Hasta ahora se recuerda la manera como la empresa BRGM dejó su participación en Yanacocha y la intervención en el caso del asesor de la dictadura fujimorista, Vladimiro Montesinos: según el New York Times, el entonces número tres de Newmont, Lawrence Kurlander, contactó a Montesinos el 26 de febrero de 1998 para pedirle apoyo “para que la justicia peruana falle a favor de la minera que se disputaba la propiedad de importantes acciones de la francesa BRGM”.

Después de la mencionada cita, Montesinos se reunió con el vocal supremo, Jaime Beltrán Quiroga -como consta en un vladivideo- y éste finalmente emitió un voto dirimente a favor de Newmont. Kurlander declaró al New York Times que la reunión con Vladimiro Montesinos «no fue secreta» porque «sus superiores de la corporación y sus socios de la familia Benavides (copropietaria de Yanacocha) estaban profundamente enterados».

Lo cierto es que después de casi 30 años, la sociedad entre Newmont y Buenaventura en Yanacocha se termina. Newmont acaba de adquirir el 43.65% que mantenía Buenaventura y ha pasado a controlar el 95% de Yanacocha. Solo queda como accionista minoritario la japonesa Sumitomo (5%), aunque no se sabe por cuánto tiempo más.

¿Los motivos esgrimidos de esta operación? Del lado de Buenaventura, se han mencionado aspectos financieros y prioridades de desarrollo de nuevos proyectos. Según declaraciones del director general de Buenaventura, Leandro García, en el diario Gestión, la empresa se viene centrando en el objetivo estratégico de “reforzar la solidez financiera para volver a nuestros niveles de apalancamiento previo a la controversia con Sunat”. Además ha subrayado que apuntarán a fortalecer resultados operativos y de esa manera financiar proyectos en operación como Tambomayo, Orcopampa, Coimolache, La Zanja, Julcani, El Brocal y los nuevos, como San Gabriel, Yumpaq y Trapiche.

Parece ser que la estrategia de Buenaventura es mantener activos que le generen flujos positivos de caja en los próximos años y así mejorar su posición financiera. Cabe señalar que Buenaventura mantiene participación en Cerro Verde, uno de los principales productores de cobre del país.

En todo caso, con la salida de Buenaventura de Yanacocha se abre una nueva etapa, mientras que Newmont anuncia el desarrollo de la primera fase del proyecto Sulfuros, con un circuito de procesamiento integrado para producir 45% de oro, 45% de cobre y 10% de plata. Lo que queda pendiente y de lo que no se ha hablado, es si la estrategia de relacionamiento con las poblaciones vecinas va a cambiar en esta nueva etapa.

10 de febrero de 2022

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