Continúa la improvisación en el sector ambiente


Imagen: Andina

Paul E. Maquet

En su tercer gabinete en seis meses, el presidente Pedro Castillo ha designado un nuevo ministro del Ambiente: el bachiller en geografía Wilber Dux Supo Quisocala. Supo reemplaza al abogado Rubén Ramírez, quien ejerció las labores de ministro del sector desde julio del 2021. Ambos tienen un par de cosas en común: haber postulado al Congreso por el partido de gobierno en las pasadas elecciones, y tener una mínima experiencia de gestión ambiental.

El nuevo ministro es joven, tiene 30 años, y en el registro del Sunedu figura con el grado de bachiller en geografía. En Linkedin da cuenta de alguna experiencia como asistente topográfico y cartográfico, y en la página de Voto Informado se indica como ocupación la de docente. Quienes lo conocen de la escuela de geografía de San Marcos lo describen como un activista, un cuadro político partidario e involucrado en los movimientos de defensa del ecosistema de lomas costeras. Sin duda, los temas ambientales no le son ajenos y su activismo de base es, por supuesto, digno de aplauso.

Pero los retos que hoy día debe afrontar el Minam exigen mucho más que buena voluntad. Estamos en medio del mayor desastre ambiental de la historia del país, con el derrame por parte de Repsol de casi 12 mil barriles de petróleo. Además de garantizar que la empresa cumpla con la remediación ambiental, el Minam debe prepararse para un complejo proceso legal y administrativo para garantizar una sanción ejemplar y una indemnización justa para los afectados.

Además de ello, el Gobierno acaba de aprobar la declaratoria de emergencia climática, prometida por el presidente Castillo. Viene el momento de la implementación de esta medida, proceso que debe contar con un liderazgo del Minam para que los diversos sectores incorporen esta variable en sus planes y proyectos.

Desde el inicio fue un error grave del presidente nombrar en el Minam a alguien con mínima experiencia en los temas ambientales, que claramente fue rebasado por la compleja situación del derrame de Repsol. Preocupa que, en un contexto como este, continúe la improvisación en el sector Ambiente, al que parece que se sigue viendo como un ministerio disponible para el cuoteo político. Desde esta tribuna, por supuesto que deseamos que el nuevo titular del ministerio tenga éxitos en su gestión y logre conducir el sector con el liderazgo requerido y en diálogo con las organizaciones de la sociedad. El reto por delante es enorme.

02 de febrero de 2022

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